DESTELLOS (a mi hijo Sebastián), por Ezequiel Di Marco

Acá!!! Pasala!! Se escucha el grito agudo, ofreciendo las manos que dibujan una esfera imaginaria mientras sus héroes vencen a inefables villanos y se dispersan los robots, los aviones y carritos de ladrillos de colores. Acá!! insiste una vez más y recibe la pelota naranja partida en gajos de áspera textura. Mira el camino hacia adelante, siente el aire en la cara. Aroma de sauces que mece el viento y lo acaricia en su bicicleta roja. El tablero media cancha más allá, no duda y se lanza en veloz carrera. Persiguiendo sueños de campos verdes, árboles y peces. Su mano izquierda como escudo, mientras la derecha controla la pelota en su repetido viaje entre ella y el suelo. Negro y blanco el pantalón, la remera y el número nueve que elige. Zapatillas que bailan y parecen suspenderse por un momento. Atrás quedó el resto de los jugadores, los miedos de la noche y el osito que abrazaba. El aro espera, cada vez más cerca. En el momento justo el pie derecho se adelanta h...