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Mostrando entradas de noviembre, 2019

Feliz Cumpleaños... Grupo Scout San Cayetano!!!, por Claudia Cuesta

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El scautismo marcó en mi vida una etapa de lindos recuerdos y hermosas vivencias. El servicio, el gran juego, el fogón, los campamentos, la buena acción y podría seguir enumerando más y más!!!! Como una manera de colaborar, en años que escaseaba el voluntariado y había pocos dirigentes, me decidí a participar. Lo hice como dirigente de Lobatos junto a Laura Thomanssen y Ariel Santos, ellos tenían más años de experiencia y me ayudaron mucho. Recuerdo las rondas al inicio de la jornada junto a las Guías, siempre una lectura para reflexionar y dar una opinión para ir formando y cultivando valores e ir construyendo la " civilización del amor", (frase muy repetida por el Jefe Scout Lucas Cuesta, Botoque... mi papá), luego cada rama se iba a su lugar para desarrollar su actividad, ¡cómo nos divertíamos, cómo jugábamos, qué bien nos sentíamos cuando veíamos esos pibes crecer y disfrutar !!!!!... el olorcito a mate cocido nos volvía a reunir nuevamente en la gran ronda para el

María y los fuegos, por Jorge Dip

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Dedicado a mi tía abuela María Dip.                                 María se levanta temprano, justo cuando el día empieza a tomar forma, y enciende el primer fuego, el de la cocina provista de gas natural, para tomarse un té con leche. Más tarde recibirá las primeras visitas y será el turno del mate.  A media mañana se dedicará al almuerzo, casi todos los días en soledad, rutina que se interrumpe religiosamente los sábados cuando sus sobrinos le reclaman semanalmente tallarines amasados a mano, pastel de papa o simplemente un tuco de esos que ella prepara y nunca “hacen mal a la panza” de inocentes que son.  Así pasa sus jornadas a los 97 años recién cumplidos…con un fuego agradable que entibia la casa y el fuego de los niños que la aturden pero le llenan la cara con una sonrisa.  Pero algunas tardecitas le recuerdan, mientras un tejido le hace rápidas las horas, que no siempre fue como ahora, en el ocaso inexorable de su vida. Y piensa en ese brasero que de niña su padre

La Palabra, por Magalí Di Croce

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Una palabra no dice nada Y al mismo tiempo lo esconde todo Igual que el viento que esconde el agua Como las flores que esconde el lodo    ………………………………………….. (Carlos Varela, Una Palabra) Me gusta la palabra, me atrae, me seduce. La palabra me sedujo desde siempre, y la palabra escrita, más aún. Pienso en la humanidad, y en que el ser humano sin duda se sintió y fue más humano cuando logró expresarse con palabras, cuando creó un idioma, cuando le puso nombre a las cosas, a los sentimientos y pensamientos. Y más humano aun, cuando logró dejar plasmada por escrito su palabra. La palabra nos une, nos acerca, nos llama al diálogo, es vínculo de conexión, es un lazo de contacto, de avenencia y de concordia, la palabra es un puente sólido, aún en medio de las diferencias. La palabra es la manera más perfecta de comunicarnos. La palabra nos da un nombre. A veces la palabra toma la sutil forma de silencio, y vale como tal. A veces la Palabra se sublima.

La Propiedad de los recuerdos, por Silvia Travaglia

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Los recuerdos son caprichosos, volátiles, engañosos tal vez, a veces nítidos, a veces confusos. Cuando comparamos un hecho que han vivido varias personas, nos encontramos con que, en el mejor de los casos, lo que recuerda uno completa algo que el otro no recuerda y viceversa. En otras ocasiones no sólo hay divergencias acerca de lo que pasó, sino que alguien siente que el otro miente, está medio chiflado o inventa. Magalí me invitó a participar de este blog y sentí que era un gran esfuerzo, que iba a escribir algo así rapidito para que no me insista más y basta. Además de que no recordaba nada que pudiera contar. Mi sorpresa fue que recuerdo muchas cosas que me gustaría escribir y he olvidado otras, al punto tal que ni siquiera recuerdo que hayan sucedido. El domingo miré la grabación de Quorum Propio donde se recuerdan los 50 años de que se erigiera el monumento a San Martín en el cruce de las avenidas San Martín e Independencia. Un hermoso programa, con testimonios y una

Alicia, las gallinas y yo, por Silvia Travaglia

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Con nuestro grupo de Tercer Grado, Alicia es la de adelante con el punto rojo, yo la de al lado atrás En una exhibición de gimnasia del I.D.F.S., Alicia es la señalada parada atrás , yo la sentada adelante.                                Alicia fue una de mis compañeras de infancia con la que creo que compartí más tiempo. Fuimos a la Escuela primaria durante 7 años, y 5 años de Escuela Secundaria. Alicia vivía a escasas 2 cuadras de mi casa. Íbamos muchas veces una a la casa de la otra, a buscar deberes, hacernos preguntas y esas cosas propias de la época escolar. La casa de Alicia estaba colgando al final (o principio) de la 9 de Julio, tenía muchas plantas, árboles y un gran gallinero hacia la parte de atrás. En esa época no había más construcciones hacia ese lado Me encantaba ir a jugar ahí, pasé muy buenos momentos junto a ella y su familia. Recuerdo muy especialmente un invierno en el que Alicia estuvo enferma, no sé qué sería, gripe o alguna e

Tres lemas y un pensamiento, por Román Eduardo Rossetti

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                                            Mis padres, Marimar y Faro, y nosotros su familia.              Escribir un Libro, Plantar un Árbol, Tener un Hijo, son tres lemas que siempre fueron aspiraciones máximas en los Hombres con ideales, el meditar y hacer un exhaustivo examen de conciencia, se ven imposibilitados esos tres lemas ya nombrados, en llegar a dar el estricto cumplimiento. En definitiva la apreciación desde mi escaso punto de vista quieren decir explícitamente lo mismo, resumiendo crear, observar el desarrollo y luego apreciar el codiciado fruto. Escribir un libro requiere conocimientos profundos de literatura, ortografía, gramática, entregarle al lector una obra que pueda leer y entender la verdadera impresión del pensamiento, con una trama donde no se descuida el mínimo detalle, la esencia una palabra más o una palabra menos van a dar la conclusión del trabajo real, con el epílogo de todo escritor gracias por haber distraído unos minutos de su tiempo,

Las flores, por Silvia Travaglia

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                                           Siempre me gustaron mucho las flores y han estado presentes desde la infancia en mi vida. Las flores son insistentes, según a que planta pertenezcan aparecen en la misma época del año. Las flores son el aparato reproductor de las plantas y las que dan origen al fruto, que nos dejan sin que se lo pidamos. Las flores son hermosas, algunas presuntuosas como las orquídeas y las rosas. Otras humildes como las violetas y las nomeolvides. Todas nos dan su color, su aroma y embellecen nuestro entorno. Todas son efímeras y se nos brindan para regocijo de nuestra vista. De chica me obsesionaba en querer extraer a las rosas su aroma. Pasé mucho tiempo, en mis primeros 5 años, en la casa de mis tíos y padrinos,Vicente (Sanso) y Rosa.  Mis queridos tíos Vicente y Rosa Es la casa que ahora es de mi hermano junto a la vidriería. La tía tenia en su jardín muchísimas flores haciendo honor a su nombre, de diversos colores y formas, recuerdo espe

Astérix y los amigos, por Silvia Santipolo

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Hace unos días, se cumplieron sesenta años de la aparición de la historieta francesa “Astérix”. Historieta que narra las aventuras de los galos, quienes allá por el año 50 A. C., en el norte de Francia, resistían con fiereza la dominación de los romanos. Una pequeña tribu de galos que el temido y poderoso Imperio Romano no lograba doblegar.  Ese es el centro de la cuestión, pero quizás tanto o más importante, es la relación de amistad y fidelidad que comparten sus principales protagonistas: Astérix, Obélix y su perrito Ideafix. Los tres amigos defienden su aldea con valentía y entrega. No usan armas, porque gracias a la poción mágica que les provee un druida, tienen una fuerza descomunal y sus puñetazos vencen al más fuerte, aunque tenga escudo, lanza, lo que sea…unas trompadas… y enemigo sometido.  Hago hincapié en la amistad, porque gracias a esos amigos buenos que prestan libros, pude leer cuando chica los cómics de Astérix y releerlos ahora de grande. Fue así:  Más o me

Un principio y un final, Federico Schmidt.

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Mi abuela Titina y yo                         H ace un poco más de una década, cuando era un adolescente, recuerdo una tardecita de invierno, estilo londinense; donde el clima ameritaba para quedarse adentro y en familia.  Existen lazos familiares que por más que uno quiera intentar olvidar, es imposible. Y ese recuerdo, selló sin lugar a dudas, la perdurabilidad del mismo.  Mi abuela materna, Nélida; más conocida por "Titina" en el barrio y por todos sus familiares; algunos la conocían por la hermana menor de Beto, el de La Botica...sí, ella. Una mujer cargada de vivencias, de anécdotas, guerrera incansable de la vida y amada por sus "tres soles", como nos decía ella. Había quedado viuda a los 44 años muy súbitamente, con una hija (mi madre), a quién con fiel cariño y afecto crío. Su lucidez para contar relatos, de esos que uno se pregunta: ¿Son de otro mundo?, y ni hablar de su inteligencia y sabiduría para complacernos a todos con sus deliciosas com