La Palabra, por Magalí Di Croce

Una palabra no dice nada
Y al mismo tiempo lo esconde todo
Igual que el viento que esconde el agua

Como las flores que esconde el lodo

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(Carlos Varela, Una Palabra)

Me gusta la palabra, me atrae, me seduce.

La palabra me sedujo desde siempre, y la palabra escrita, más aún.

Pienso en la humanidad, y en que el ser humano sin duda se sintió y fue más humano cuando logró expresarse con palabras, cuando creó un idioma, cuando le puso nombre a las cosas, a los sentimientos y pensamientos.

Y más humano aun, cuando logró dejar plasmada por escrito su palabra.

La palabra nos une, nos acerca, nos llama al diálogo, es vínculo de conexión, es un lazo de contacto, de avenencia y de concordia, la palabra es un puente sólido, aún en medio de las diferencias.

La palabra es la manera más perfecta de comunicarnos.

La palabra nos da un nombre.

A veces la palabra toma la sutil forma de silencio, y vale como tal.

A veces la Palabra se sublima.

Muchas veces la palabra sana, anima, acompaña, orienta, aconseja, divierte, abraza, calma, ayuda, pacifica.

Otras veces la palabra puede ser un arma, y herir, con una fuerza colosal, pero no es esa la función de la palabra. No es ese su fin último. No es su esencia, para lo cual fue creada.

La palabra vino para darnos más humanidad.

La palabra nos ayuda a ser libres. En la antigüedad, a los esclavos no se les permitía dirigirse  al amo, hablarles, solo podían hacerlo  cuando éste lo ordenara… y menos aún aprender la palabra escrita. En otro tiempo no se consideraba necesario que la mujer aprendiera a leer y escribir… Negar la palabra oral o escrita fue y es una forma terrible de dominación

Como abogada, y aún antes de serlo, siempre tuve la certeza de que la palabra es el instrumento más valioso con que cuenta una persona para defenderse, para reclamar, para pedir por sus derechos, para manifestarse, sin necesidad de violencia. Contrariamente cuando a una persona se le niega la posibilidad de expresarse con palabras, se le coarta la libertad, se le coartan los derechos, se le reduce su calidad de persona.

El derecho como instrumento de paz social supone la palabra, el ejercicio de la palabra, la supremacía de la palabra sobre la fuerza.

La palabra nos distingue de los demás seres vivos, a veces decimos que a nuestras mascotas “…solo les falta hablar…” ….pero les falta…

Hemos sido dotados de este instrumento maravilloso, que nos humaniza a tal punto que nos permite elevarnos, para escuchar y conocer la Palabra de Dios.

Con la palabra podemos decir que nos amamos, hacer poesía, contar, interpretar, relatar, escuchar….leer…cantar…

Como todo instrumento de libertad, la palabra también nos compromete, nos obliga, nos interpela, nos define…

La palabra nos marca el devenir de la vida.

Cómo disfrutamos cuando nuestros bebés dicen las primeras palabras… y luego cuando ya de niños comienzan a escribir y leer…

Juana dibuja y escribe con placer con sus seis años, relata, ensaya los diferentes tipos de letras, busca usar las palabras correctas, permanentemente nos pide el significado de las que no entiende, me pone feliz que se exprese tan bien, es lectora como su madre... tiene su biblioteca con textos infantiles, a la que con toda lógica, ni bien empezaba a aprender a escribir le puso un cartel con la "L" al revés que reza: “LIBROTECA”…

 Me encanta la palabra, siempre escuché y analicé los discursos, no puedo estar – por ejemplo- en un Acto y no escuchar con muchísima atención los discursos, los diga quien los diga, me gusta escucharlos, analizarlos, criticarlos…o una homilía, o cualquier palabra que se dirija. Me gusta encontrarles el sentido del mensaje, su lógica, su objetivo. 

Agradezco la formación de todas mis maestras y profesoras de lengua, pero me ha quedado grabado algo, que tuve la oportunidad de decírselo al querido Tulio Cosentino, ese hacedor y promotor del arte y del teatro, que me marcó. Tulio era nuestro profesor de Física en cuarto año, y sin embargo sus enseñanzas me sirvieron en la Facultad de Derecho, él nos insistía – y gritaba- : “-hablen con propiedad!!!-” y así nos orientaba a hablar con lógica, a definir correctamente, a expresarnos bien… y fue realmente valioso…enriquecedor… 

La palabra me seduce, me gusta jugar con la palabra, imaginar textos, expresarme, darle nombre a situaciones, describir, escribir. 

La Palabra me llama, me atrae, me entretiene, hoy quiero rendirle homenaje a la Palabra, porque la Palabra, es una parte muy importante de mi vida. 

                                                       Magalí Di Croce