Entradas

Mostrando entradas de 2022

Los "mios" Por Silvia Travaglia

Imagen
Después de leer el último escrito de Pedro Christiansen y sus reflexiones acerca de los "crotos", quedé conectada con lo que ahora se denominan "personas en situación de calle" y una experiencia que viví hace un cierto tiempo. Hace algunos años en mi caminata matinal en el Parque, observé que en la vereda de enfrente, que pertenece a un terreno baldío con una tapia bastante alta, se habían instalado algunas personas que hicieron unas "casitas" con maderas, lonas, etc. al principio pensé que eran desalojados de alguna de esas casonas de San Telmo que se vendían para emprendimientos inmobiliarios. No lo sé y no lo descarto. Cuando digo "casitas" es un modo de llamar a un lugar donde es inimaginable que podamos vivir. Cada mañana los veía. Se trataba de dos familias, dos hermanos con sus esposas, uno de ellos con una hija de unos 8 años. De ascendencia claramente guaraní en sus rasgos físicos uno de ellos y alemana, ucraniana o algo así el otro pero

Crotos: Historias de la vida rural, por Pedro Gilberto Christiansen

Imagen
Soy de la última generación que vivió la época de los crotos -linyeras-. Deambulaban por los campos, iban por los caminos con su libertad. Hombres marginados de la sociedad, inmigrantes solitarios, sin familia, rechazados, generalmente no volvían a integrar la sociedad. Todos tenían su historia del porqué…empezaron trabajando en changas o trabajadores golondrinas que venían en los barcos a hacer las cosechas (generalmente turcos), muchos anarquistas perseguidos, otros por decisión propia querían vivir la vida en libertad. Eran de pocas palabras, muchos ocultando su pasado, tristes pasados… A mi casa llegaban a la tardecita pidiendo pasar la noche. Había una pieza que era como una “crotera”, lugar que en la época de las bolsas lo usaban como “matera”. Siempre recuerdo el olor a humo del lugar, porque lo primero que hacían era buscar leña para matear. Para la cena mi papá les llevaba un buen plato de comida con galleta y un vaso de vino. Mamá siempre decía que nunca se le niega un pla

Los Di Marco, no solo una casa linda....Por Marcelo Di Marco

Imagen
  Esta foto atropella mis recuerdos y acelera mi corazón ¡Que feliz fui en esa casa! Y sobre todo con mis tíos-primos o mejor dicho con mis ángeles de la guarda de mi infancia. Recuerdo esperar los viernes para que Bicharro pase por mí con su camioneta celeste,   partíamos hacia el campo donde tenia asegurado tanto amor, las charlas a los gritos como todo tano, de futbol, política etc, en esa mesa interminable de larga y la tía Jacinta en la cabecera, las milas de Nati, la picardia de Chiquita, los consentimientos y protección de la Nena, los paseos en caballo con Pirincho, los chistes con Rubén, las idas a La Botica de Beto con Bicharro. Las subidas a lo más alto del silo mirando hacia la tranquera porque sabía que llegaría Quico en su bici. Todo era una aventura, darles de comer a los chanchos, a los conejos, juntar con Nati los huevos de las batarazas, y ya regresando a la casa con nuestra cosecha, el aroma que se anticipaba, aseguraba una merienda exquisita con las tortas de La

De aquí y de allá, por Silvia Travaglia

Imagen
En la escuela primaria, me enseñaron que la palabra "emigrante" era usada para designar a quien se iba de su lugar de residencia habitual,. La palabra "inmigrante" se usa para designar a quien ingresa en un territorio que no es el suyo. Siempre me llamó la atención, porque para mí eran lo mismo. Emigrante o Inmigrante, era una persona que, según donde estaba, podía ser llamada de una u otra forma. Se trata de las personas que se desplazan de un lugar a otro considerando su residencia, o su habitat, si son animales. De dónde sale y adónde entra sería la diferencia. Se ha optado por generalizar y usar la palabra migrar, lo cual ha facilitado a mi pensamiento tener que dirimir entre opciones que, para mi, no eran tales. Las causas pueden ser económicas, laborales, políticas, personales. No me voy a referir a lo sociológico ni a la migración animal. Las consideraciones de las ciencias sociales son muy vastas, no todas coinciden entre si y seguramente encontraremos en la

Unir las manos y reconciliar la sangre...por Magalí Di Croce

Imagen
  Imagen de la "Cueva de las Manos" pintura rupestre de la Patagonia Argentina Me encanta mirar el cine del Canal “Europa Europa”, el cine francés, inglés, y el italiano -que aunque no es el cine que más me atrae-, me gusta escuchar y de alguna manera practicar el idioma… Hace pocos días haciendo zapping, me encontré que ahí estaban proyectando “La Misión”, y -aunque la he visto repetidas veces con los alumnos cuando abordábamos la conquista de América- , me enganché a verla de nuevo. Ese film me ha conmovido siempre, me hace pensar en el mundo que Dios creó y en cómo los seres humanos, a lo largo de los tiempos, lo hemos afectado y deshumanizado de diferentes formas, en las diferentes épocas de la historia universal, priorizando los intereses económicos o de poder, al bien común, al respeto de la vida o de la identidad… Me ha conmovido ver la labor maravillosa de las Misiones Jesuíticas, misiones que fueron guiando y acompañando sin desterrar su cultura, y me conmue

JACOBO (Parte 1 y 2) por Pedro Gustavo Andersen

Imagen
Jacobo (Primera Parte) Un día, con los compañeros del salón fuimos convocados para asistir a las clases de catecismo en la iglesia. Nos presentamos el día estipulado y fue ahí, donde por primera vez tomaba contacto con la Iglesia y con el sacerdote nuevo. Siempre había visto pasar de sotana negra a otro sacerdote alto, que me regalaba unos caramelos. El nuevo padre nos invitó a pasar al Templo y nos acomodó en los bancos. Ahí empezó mi historia con el Padre Jacobo. Super dinámico y chistoso, así comenzó a hablar de Dios y a preguntarnos a nosotros quien creíamos que era Dios y otras preguntas. Hasta que en un momento explicó, de acuerdo a nuestra edad, lo que era Dios. Después de explicar, hizo una pregunta que me marcó para toda la vida. Recuerdo que se paró entre los bancos y con voz pensante nos preguntó: "Si pudieran estar con Dios y pedirle algo, ¿que le pedirían?", en ese momento yo solamente escuchaba lo que decían mis compañeros. Unos le pedían una casa, otros un au

CIEN DÍAS COMO ESTE! por Eduardo Parino

Imagen
Cento giorni come questo! exclaman los italianos con motivo de un nuevo aniversario, queriendo significar que auguran al cumpleañero muchas celebraciones de igual carácter.  El intento de glosar  en pocos párrafos  la historia  centenaria del Club A. Independiente no se presenta sencillo, más aun,  cuando el que escribe, solo puede dar cuenta, en tan dilatado transcurrir, de unos pocos años durante su infancia y adolescencia, en los que residió en el hogar paterno.  Mas, como  no suelo esquivar los  desafíos, no  me arredraré,  porque creo que algunas pocas imágenes serán suficientes para ilustrar el alma que animaba a la institución por aquella época    y que, hasta hoy, sigue siendo su distintivo. Sepan perdonar cierta subjetividad y autorreferencialidad en el relato, que no podré evitar. Mis padres ya habían construido un acendrado vínculo con Independiente al momento de mi nacimiento, y donde iban ellos, allí iba yo, de manera que pude ser testigo de toda la actividad social, insti

Amo mi Escuela Primaria, por Pedro Gilberto Christiansen

Imagen
Escuela Nº9 de Paraje Vanoli                                                       Hice la Primaria en Escuelas Rurales. Mi comienzo fue en 1962 en la Escuela Rural Número 9 del Paraje Vanoli. Mi primer día estaba con ansiedad, miedo y vergüenza. No fui al Jardín de Infantes, en el campo, en esa época, no existía. La Escuela era de madera, muy pequeña, dividida en dos aulas, tres grados en una y cuatro en otra. El primer día había una sola maestra, Haydee Di Nardo, recuerdo cuando ese día me dijo : “Toma el lápiz” y yo lo tomé con la mano izquierda… enseguida me corrigió: en esa época era “prohibido” ser “zurdo”, ese día aprendí la letra “A” y el número “1”. A la semana llegó mi maestra de Primero Inferior -como se llamaba antes al primer año- Teresa Scabone, recuerdo que era muy gritona. Después de vacaciones de invierno, ya estábamos en un nuevo edificio, con amplios salones y una galería pre fabricada. Mamá  y las maestras en una Fiesta de la Escuela En Primero Superior y Segundo

"La Campeona" por Jorge Dip

Imagen
  Se torna un tanto complicado evocar un vehículo para quienes, por fobia no resueltas o diferentes motivos, hemos decidido no conducir o manejar ningún tipo de medio de transporte de cuatro ruedas. Pero una foto de mi viejo Abel al volante de su emblemática camioneta verde que fue portadora de decenas de anécdotas, bien vale el esfuerzo de sentarse a pensar en un montón de fierros viejos al que le tuve cariño y respeto. Tras destrozar una bicicleta de dama color celeste que fuera propiedad de mi tía Negra, cuando los años ’80 no eran precisamente una época dorada en materia económica, mi padre tuvo en sociedad una camioneta Studebaker color roja de la cual no tengo mayores recuerdos, alguna Ford A en las que me enseñó a manejar (tan mal como él) y un singular engendro del demonio que adquirió en Miramar. Este último era una especie de “pesquero”, como se decía en el pueblo, sin techo, color amarillo furioso, una especie de parabrisas recto, gomas traseras anchas tipo competición y “vo