Mirar mirando, Mirar viendo..., por Beatriz Arcángeli
Mirar mirando, mirar viendo. Fue hace unos días en ese día… casi sin ver y no buscando nada, mire hacia arriba, mientras mi alma, posada en su quietud, ya casi ausente se liberaba con calma acongojada de la pesada carga de mi mente del agobiante peso del consciente… Pero esa corta fuga fue tan breve que no llegó a nublar mi pensamiento; igual que a la lluvia fina y leve, la mece sin ternura el tibio viento Entonces desperté, y viendo el cielo de intenso azul, por nubes invadido, pensé en la nieve… con su cristal de hielo, y busqué el sol, apenas encendido. Yo quiero flores para hacer diademas y busco lirios para ver a Cristo, en este paso de fugaz ternura fui ciega aún viendo, porque poco he visto. Si miro el árbol, que nunca miraba, veré esmeraldas con diseños miles y cuando el otoño dé sus pinceladas, veré los sienas, estremeciendo grises. Si miro hacia arriba, vagando muy lejos, penetro en la nada de azules sin fin, azules muy puros, azules muy viejos...