Intramuros de San Cayetano

Me encantan las margaritas! Acaso ¿no parece la flor del amor?  Pobres, si habrán sido deshojadas por enamoradxs desesperadxs y esperanzadxs a la vez, soñando que ese último pétalo así como por azar justo coincida con un sí. Que linda es, que bella flor. Para mi forma un dream team perfecto con esta estación. A todxs nos gusta ¿no? digo, la Primavera. Para empezar a enamorarse – incluso a las liebres les pasa- o porque el clima comienza a cambiar de a poco, es mas cálido, aunque ventoso por estos lugares. No obstante, a varios les molesta, si, porque vienen las alergias.  Ya saben… algunxs se enamoran y otrxs se la pasan estornudando. Pero no me digan que no, a la mayoría nos fascina la Primavera. A mí me transporta, a una época lejana, la escolar. Por aquellos tiempos la esperaba con muchas ansias, porque ese día, que también coincide con el del estudiante, en la Escuela siempre teníamos recreación. Nada de leer, escribir, hacerle caso a la maestra no, nada de eso. Todo se limitaba al

La magia comienza cuando te dan la noticia de la futura llegada, cuando te dicen… ¡Vas a ser tía! Cuando te haces consciente de eso. Nacen y es ver a tus hermanxs reflejadxs en sus caritas.  Los miras por primera vez y decís ¡qué hermoso! Se parece a este o a aquel. Sus manitos tan pequeñas, esas que, más adelante seguramente te van a tomar para dar un paseo por la casa o la plaza. Aun me acuerdo patente el nacimiento de Joaquín, 27 de abril de 2005, como olvidar ese día ¿no? llegaba el primero, el rey. Yo vivía en la ciudad de La Plata, por aquel entonces, como mi hermano Carlitos y mi cuñada. Ese nacimiento coincidió con mi comienzo en la Universidad. Parto programado para unos días antes de que rindiera el primer final de la carrera, -Introducción a la sociología- y lo recuerdo porque le había dicho a mi cuñada que no iba a poder ir a conocer el bebé porque tenía que estudiar. ¿Qué pavada no?, mira si me lo iba a perder.  Joaquín nació en el Hospital Gutiérrez, era tan lindo (es) te

Cuando mis padres adoptivos comenzaron los trámites de adopción nunca pensaron ni en la edad ni en el sexo, se anotaron en diferentes Casas Cunas y Hogares. Muchos años de espera, hasta que en 1979, fueron informados de que ya estaban en lista de espera, desde allí fueron nueve meses… (aunque parezca mentira el tiempo de un embarazo) hasta que al fin recibieron el llamado tan esperado.  Había una niña de 3 años… La Jueza los esperaba el 30 de noviembre, 8 AM, en tribunales. Terminada esa reunión, no les salía una palabra los invadía la emoción mezcla de alegría y también un poquito de miedo. Al regreso a San Cayetano, comenzaron a avisar a familiares y amigos y el domingo 2 de diciembre partieron hacia Mar del Plata y esa noche no pudieron dormir.  El lunes a la hora 7.30 esperaban ansiosos que llegara la Jueza, al recibirlos les dijo que la niña no era de tres años como le habían informado sino que tenía cinco… y que estaban en su derecho de rechazarla, cosa

                  Hola abuela… hola mi amor...Un año ya desde que llegaste a nuestras vidas y desde el primer instante comenzaste con tu corta pero inmensa lección de vida mi amor, gracias princesa guerrera. No fue fácil, no estábamos preparados, fue un shock inesperado, la incertidumbre fue lo más difícil de llevar durante tu primer semana de vida, pero tu ahí guerrera… tranquila, transmitiendo paz y un amor que nunca imaginé podría experimentar.  Sacaste lo mejor de todos y de tu mami principalmente, que pasado el shock de la terrible noticia, al instante decidió olvidarse de todo, de ella y de su dolor para darte todo el amor del mundo y dedicarse el 100 por 100 a ti, al igual que tu papi, hasta que decidieras partir…tardaste un mes en hacerlo.  Gracias por ese regalo, la gratitud hacia ti perdurara el resto de mi vida y las venideras. Hermosa, decidiste ayudarnos a aceptar lo inevitable, a comprender lo incomprensible y a disfrutarte, y lo hiciste extraordinariamente s

Imagen de Roberto en una entrevista del Programa Quórum Propio                                   Nunca traté directamente a Roberto, pero sí lo vi muchas veces. Éramos vecinos así que era frecuente que nos cruzáramos por la calle. Siempre nos saludábamos, algo que yo vivía como con una especie de complicidad por, en alguna manera, sentirme parecido, aunque también podía ser (probablemente), una seña de educación y modales. Recuerdo verlo siempre trabajando, yendo de acá para allá con sus ojos claros y su valentía, esa valentía de quién es auténtico con sigo mismo a pesar de la mirada externa, que tanto daño puede causar. No es desconocido que recibía mucho maltrato, comenzando por que se hablara de él con un pronombre personal (“la”) con el que no se identificaba. Cualquiera podía presumir que eso no sería de su agrado, pero no parecía importar. A él eso no lo paraba, aunque seguramente le dolía. Hablando de todas estas cuestiones es muy común que muchas personas te digan “hay

                                 Me estaba acordando de una Navidad en que mi mamá se fue con mi hermano Cholo, a Concepción de Tucumán, para que conociera a su futura nuera. Entonces yo me quede solo. Porque Carlos se había ido al campo, y mi viejo estaba en la cosecha. Hablando con Don Nicolás Arcángeli que era mi patrón le dije que estaba solo para la Noche Buena, y entonces me dijo - “la Navidad hay que pasarla en familia”- , y me dijo que la fuera a pasar con nosotros en la casa de Palito Elichiry, que era el marido de Peteta, y así fue en ese entonces.  En ese entonces Palito y Peteta vivían en la calle Mitre, vecinos a la Oficina de la Rural. La verdad pase una Noche Buena espectacular, en familia. La verdad esa cena no la olvidé nunca. Fui uno más de la familia.  Otra cosa que me gustaría contar…  Yo debía hacer el Servicio Militar, me iba a incorporar a Tandil y andaba despidiéndome de los amigos y Don Nicolás me andaba buscando. Me avisaron y fui a ve