Tres lemas y un pensamiento, por Román Eduardo Rossetti

                                           
Mis padres, Marimar y Faro, y nosotros su familia.
           


 Escribir un Libro, Plantar un Árbol, Tener un Hijo, son tres lemas que siempre fueron aspiraciones máximas en los Hombres con ideales, el meditar y hacer un exhaustivo examen de conciencia, se ven imposibilitados esos tres lemas ya nombrados, en llegar a dar el estricto cumplimiento. En definitiva la apreciación desde mi escaso punto de vista quieren decir explícitamente lo mismo, resumiendo crear, observar el desarrollo y luego apreciar el codiciado fruto.
Escribir un libro requiere conocimientos profundos de literatura, ortografía, gramática, entregarle al lector una obra que pueda leer y entender la verdadera impresión del pensamiento, con una trama donde no se descuida el mínimo detalle, la esencia una palabra más o una palabra menos van a dar la conclusión del trabajo real, con el epílogo de todo escritor gracias por haber distraído unos minutos de su tiempo, valorado con la crítica más sagaz.
Plantar un árbol, labor que no requiere ser un sabio, pero si conocer la bondades naturales del suelo, clima, adaptación a ese medio, buscar el fin fundamental, que de buena sombra, no entorpecer la estética del jardín, que viva los años necesarios para que la mano que lo plantó lo vea crecer y desarrollar sus frutos, recuerdo de visitas y al fin no se desvíe, recto…
El hecho de engendrar un hijo cualquiera sea el sexo, nos da la alegría de percibir el avance de nuestras vidas, nos pareciera que es eterna la espera del nacimiento y llegado ese momento sólo pedimos a Dios que sea sano, que crezca libre, que camine, corra por los jardines y playas hasta agotar el aire de sus pulmones, que haga travesuras, que sepa que alguien siempre lo cuida, que exprese si tabúes, sin prejuicios que la vida misma nos enseña, con la verdad se puede caminar sin reproche a sentirte culpable.
Los Faros son la GUIA DE LOS NAVEGANTES, los náufragos en el extenso mar al divisar la potente luz su ubicación pasa a ser otra…pongo el ejemplo sencillo y claro, sin ejemplo no hay nada, haciendo honor al nombre de mi Padre que con su ejemplo transmitió con claridad suficiente los conocimientos de la vida, que a veces nos ha enseñado de la manera más cruel, que con un consejo brindado con amor y cariño incondicional.
En la oportunidad de  nombrar a mi Madre, he recibido de ella la simpleza de la vida, amor para brindar, ver el lado bueno de los pasos a dar en el futuro, el sentido religioso, llevando en el corazón la docencia hacia los todos los descendientes.
A mis Hermanas a ellas le agradezco su amor que me han brindado con sus lecciones de vida, conteniéndome más de una vez y siguen dando lo mejor de su persona.

                                                         Román  Eduardo  Rossetti  (Chacho)



Chacho ya ha compartido otro bello texto en Intramuros, titulado: "Mi Viejo vecindario" que puedes verlo desde acá .

Comentarios

  1. Chacho, tu bello relato, lleno de poesía, amor y pertenencia a la querida familia Rossetti, me emociona...has utilizado hermosas metáforas....tu papá fue un Faro que guió sus vidas, y Marimar, tal como la describes: amor, fe y docencia...gracias por compartirlo!!!

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  2. Conocí a tu mamá a los 14 años, como profesora de matematicas. Ella me enseñó algo que jamás olvidé (y que aún hoy transmito cada vez que puedo). Habia cambiado el sistema de exámenes, todos teníamos mucho miedo. Ella nos habló y nos dijo que lo importante era que , desde nosotros mismos, hiciéramos todo lo que esté a nuestro alcance, todo nuestro esfuerzo, que lo demás, si era difícil o si nos iba mal por otras causas, ya no estaba en nuestras manos.
    Eso me permitió durante toda mi vida (no sé si lo logré siempre) ir diferenciando y apreciando lo que se puede de lo que no y aceptar la incertidumbre. Lo cual es una enorme enseñanza de vida y nunca le dije a ella el valor que tuvo para mi. Cada vez que lo digo, hasta incluso en mi trabajo, se me aparece Marimar siempre como la vocera de esta gran sabiduría.
    Por otra parte, es un deleite tu escritura, muy bello tu estilo.
    Muchas Gracias por "dar vida" con palabras a recuerdos tan preciados por mi.

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  3. Para mi, los textos no concluyen al publicarlos. Una vez que los "parimos" tienen un recorrido más, que nos excede. La significación que despiertan en los lectores y que nos ayuda a completar o dar algún sentido más a lo que se escribe. Como los hijos.

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  4. Me emociona leer estás palabras, tan ciertas , felicitaciones Chachi lejos pero cerca. Has tenido la oportunidad de hacer tres cosas más q importantes en la vida del ser humano, un beso grande te quiero mucho.

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  5. Marimar...mi maestra de séptimo grado y profesora de matemáticas en secundaria...sonriente y firme a la vez, de sencilla elegancia, con su tapado gris y lazo a la cintura, sus zapatos de taco con los que recorría el salón continuamente, no era maestra de escritorio, estaba siempre entre los alumnos, explicando y repitiendo su máxima 'Cada cual resuelve con su leal saber y entender'. De ella aprendimos a subrayar en 'onditas' cuando no teníamos regla a mano. Nunca nos retaba...nos hacía razonar... sobre matemáticas, sí, pero también sobre cosas importantísimas de la vida... ¡Cariños para ella!!

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