Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2025

EL ÁRBOL QUE BUSCA RENACER, por Sabrina Edén Tesone

Imagen
  Por qué adoro esta imagen? Porque es el retrato perfecto de la autosuperación y sobre la posibilidad de renacer Me veo reflejada en él. A mí, al igual que al árbol, me “ talaron” para que no pueda crecer. No me agarraron con una motosierra pero me cortaron todas las posibilidades de subsistir, me maltrataron y me humillaron desde muy pequeña, quitándome todo lo que se necesita para crecer fuerte. Fui privada de ejercer mi libre albedrío, fui privada de alimentos, de hogar y de apoyo emocional. Tuve dos sobredosis con el objetivo de acabar con mi vida. Llegó el día en que mi cuerpo no pudo más y desarrolló una enfermedad autoinmune en la cual el cuerpo   va suicidándose a sí mismo, autodestruyéndose. De pronto una mañana, la cual creí que   iba a ser como cualquier otra, me encontré paralizada y con un dolor de cabeza tan fuerte que me hacía vomitar aunque no tuviera nada en el estómago. Me trasladaron a la guardia en donde me dieron diagnóstico ( accidente cerebro vascu...

A Gustavo Adolfo Becker, por Pedro Devincenti

Imagen
  Esta es una semblanza de uno de los poetas preferido de mi juventud el de los famosos versos: “…volverán las oscuras golondrinas…” A GUSTAVO ADOLFO BECKER Vate insigne y atormentado de la legendaria España de tu divina pluma salieron al son de tu mente fecunda inmortales poesías, sensibles y profundas que recorrieron   y lo siguen haciendo del mundo los senderos. Tu espíritu hace vibrar en cada ser una cuerda, sutil y armoniosa a la vez. Poeta… que muy temprano partiste hacia otros cielos lejanos, marcaron tu sino trágico y dulce, el amor y la muerte. Glorieta de Becker en Sevilla, inaugurada en el año 1911, donde se representa de una lado, el busto del Poeta,  y el eros herido , y  del otro el amor presente, el amor perdido y el amor frustrado                         PEDRO ALBERTO DEVINCENTI Pedro es un lector apa...

Mi labor docente, por Soledad Zubía

Imagen
  Año 2016, tenía el trabajo más exigente que alguna vez tuve. Casi 12 horas diarias en una refinería muy conocida de La Plata.   De un día para el otro nos anunciaban que se terminaba y no íbamos a seguir más, que nos buscáramos otra cosa. Ante la incertidumbre de aquel anuncio decidí volverme a San Cayetano, mi ciudad natal. Luego de una ardua tarea de mudanza, volví. No sabía que hacer, estaba un poco perdida y me animé a dar clases particulares, en casa, de matemática y física.   Me empecé a entusiasmar y cada vez me gustaba más. Una tarde fría de invierno, me llama la rectora del IDFS, Marcela, para ofrecerme una suplencia de matemática en primer año. Mi respuesta automática fue ¡No, ni loca! No me animo, nunca di clases!! Ella me insistió hasta que me convenció, por lo que un lunes a la tarde arranqué con los más chiquitos del colegio. Un mes después, me fui de Sanca otra vez. Me surgió una oportunidad laboral fuera del pueblo. Tuve dudas al principi...