De la Milagrosa a Salta, por Magalí Di Croce

Imagen de la  Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, la Virgen del Cerro





 Imagen de la Medalla Milagrosa 




Fotografía del día de la Peregrinación en el Cerro
                     
                    Siempre fui bastante reacia a aceptar cosas o hechos que no tuvieran una clara explicación lógica, en general, y respecto de cuestiones religiosas en particular, sólo considero incuestionables y verdaderas a las reconocidas expresamente por la Iglesia Católica porque, para los católicos,  ella ejerce el Magisterio de la fe y la doctrina.
Es una postura lógica.
Sin embargo debo reconocer, sin poco asombro que a mi rígida lógica, la sacudió un cimbronazo.
En mi camino de fe, María, se fue acercando a mí con calidez maternal…llegando de diferentes formas…cuando me recibí de abogada, Chela una prima hermana de mamá me regaló la Medallita llamada Milagrosa, y me encantó el regalo…en mi ignorancia sobre el tema me encantaba esa Medallita por la forma, muchas de mis compañeras de Facultad platenses la tenían y siempre me había gustado…
A los meses fui invitada a un Retiro sobre el Espíritu Santo en el campo de Raúl Gardey - eso dará para otro cuento- y la mamá de Teresita, doña Juanita Pascuet, ni bien me vio la Medalla me preguntó si conocía el origen de esa advocación a María, y al responderle  que nunca lo había escuchado, me regaló dos libritos con la Novena y la historia.
Conocer eso, provocó para mí una dimensión diferente de mi relación con la Medalla, ya no era la medallita linda que me regaló una persona querida , sino que era la Medalla que la propia Virgen María había pedido se acuñe, prometiendo muchas gracias a quienes la llevaran con fe y, de la que se habían comprobado, por nuestra Iglesia , muchos milagros…
Así, yo también la empecé a regalar a los seres queridos, y cuando nacía un niño en la familia  le regalaba la Medalla Milagrosa y con ella, un acercamiento a María y confianza en su amparo…
Antes de todo eso yo no era mariana, y la advocación de la Medalla Milagrosa, me fue moviendo el corazón hacia María, la Madre del Cielo…
Hace unos ocho o nueve años, Elsa y Lalo viajaron a Salta y me trajeron una imagen de la Virgen del Cerro (me viene a la mente un cuento muy divertido en que Landricina relata, como sólo él sabe, que en realidad la Virgen María es una y las diferentes advocaciones son adaptaciones, a las diferentes culturas, de la misma Madre)
Agradecida, no tenían porqué traerme algo!....era una imagen de la Virgen…pero sobre la que aún la Iglesia no se había expedido…
La puse en un lugar del comedor, pero no muy convencida.
Había escuchado decir entre gente amiga que la Virgen te convoca a Salta…tampoco di crédito a esas cosas que se dicen…
La vida cotidiana continuó su curso y la imagen de la Virgen del Cerro seguía en su lugar, en un lugar muy visible para mí…y ante situaciones especiales o pedidos a María que hacía en oración, cada vez más iba sintiendo la sensación interior de prometer que iría a Salta…
Y un día le prometí ir…
Así pasaron unos años…una cosa en prometer …otra cumplir….
Un día charlando con Julia Sangiorgi, una de esas amigas que me quedaron para siempre del paso por la Municipalidad, me invitó a ir a Salta, y le dije que sí…que iría…
Ella es muy amiga y madrina de Andrea , y de Celso Astok, su esposo, que junto a Silvia Etcheto organizaban desde Orense viajes de Peregrinos, entonces como los lugares se llenaban tan rápidamente, pagó su viaje y el mío para ir en mayo de 2016…cuando me avisó realmente yo no podía ir, había una situación familiar que hacía que me necesitaran en casa…Julia lo comprendió con la amabilidad que la caracteriza, y en mi lugar fue otra peregrina…
Al año siguiente en febrero me llamó para reservar para el viaje de mayo, antes de que se agotara…le dije que sí…ya no podía dar más vueltas…
Pensaba… ese viaje en micro hasta Salta, voy a llegar destruida… qué aburrimiento si van todo el tiempo rezando.. un poco está bien pero… ahhh…qué incógnita…para qué dije que sí…no tenía salida…además se lo había prometido a María…qué le había prometido? …no serían cosas de mi psiquis?…no sabía…
Llegó el día…partimos, con Julia, y ya desde la ida compartimos todo el tiempo con Florencia Magret y Mary Bailón, su mamá, agradabilísimas ,…Silvia, Andrea, y Celso: un lujo…organizan  desde hace años las peregrinaciones solo por vocación, y nos cuidaron, y atendieron, como si fuera la empresa de viajes más costosa…son bellas personas… bellas…
El grupo de peregrinos amables, alegres…rezábamos, charlábamos, compartíamos…descansábamos…llegamos frescos como una lechuguita a Salta, tanto que salimos a pasear ni bien dejamos el equipaje en el hotel. Todo hermoso.
Disfrutamos de Salta jueves y viernes…
Pero aún faltaba lo principal.
El sábado bien temprano salimos para el Cerro.
Y ahí, aún con el respeto y la pertenencia que siento por nuestra Iglesia, lo tengo que decir con certeza absoluta de mente y corazón: ahí está María…
La percibí en el silencio de miles y miles de peregrinos –diría que el Cerro parecía otro país, pero no, parecía otro planeta…nada se vende…todo se entrega como gracia-, la sentí en la oración multitudinaria, la observé en la tarea silenciosa y eficiente de miles de servidores, la vi en el cielo cambiante –siendo que soy tan racional e incrédula respecto de esos fenómenos-
Fui porque Ella me llamó.
Y le agradezco en el alma su llamado…
Así como María se presentó en Fátima, en Lourdes, en San Nicolás, a Diego de Guadalupe, y en tantos lugares, María se presenta en Salta.
Me traje en el corazón la huella imborrable de haber vivido una experiencia sobrenatural y santa.
A partir de ahí, rezo cada día el Rosario, por mi familia, por los seres queridos, por los que me  piden, y por mí - antes no podía, me parecía eterno rezarlo, ahora es cotidiano- .
Benditos los que fueron instrumentos de María para llevarme a ese lugar santo…
En Salta, María, la llena de Gracia, está presente…

                                                                      Magalí Di Croce

Comentarios

  1. Tu relato fue como revivir mi peregrinación, fuimos todos los integrantes del Taller Protegido, y la paz que sentimos me la recuerdan tus palabras. Luego volví a ir cuando nació mi gorrioncito, para pedir por ella y así está (es el milagrito de Salta y de la Virgen de Guadalupe) según mi odontólogo judiío él, que me envió por e mail su historia para que le pidiera con mucha Fé.Gracias por refrescarme el camino

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    1. Qué lindo Mimicha....es así...quién lo vive siente la gracia y la paz sobrenatural en el cerro...

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