Dolor guardado, y vida...por Magalí Di Croce


Florencia, en el día de su Bautismo, con Osvaldo y yo


… cargaba -sin saberlo- ese profundo dolor en el alma… sólo la vida, la Vida… pujando por la Vida, podía darlo a luz… y de alguna manera redimirlo…


Sólo pensaba en la vida, en su vida gestándose, en su nombre de flor, en la primavera que traía a nuestras vidas…
Sólo pensaba en su vida, en nuestras vidas…
Cómo sería… su carita…sus manitos…sus ojos mirándonos…
Sólo pensaba en la vida que florecía y crecía dentro mío…
Sólo pensaba en acunarla…
Sólo pensaba en el amor que le teníamos .
Y me detuve a esperarla - como debe ser- a esperarla cada día…hasta que llegara el día…
El futuro era la vida que llegaba, y no había porqué pensar en el pasado - más aún cuando el pasado era de los otros- …
Era la primavera en la ciudad de La Plata, con sus cálidas tardes, sus aromas, el sol generoso sobre toda vida, la gente que iba y venía por calle 8, los estudiantes bulliciosos, los oficinistas apurados, el kiosco de flores rebosante de colores, porque sólo era la vida, ni había porqué pensar en otro tiempo, en otras suertes, en otras primaveras…
Y llegó ese día…
Pensaba en todo, por y para ese día, más nunca pensé en el dolor.
Jamás pensé en el dolor, en el dolor físico, el dolor que te arranca de tu ser, que te aliena… y llegó - inesperado- el dolor…
Se instaló con tanta firmeza como si tuviera algún derecho, o algún motivo, o alguna misión… y quizá sí la tenía…porque pasaban las horas y seguía…y seguía, y seguía…..
Seguía como si quisiera interpelarme, como si tuviera una misión…
Y quizás sí la tenía…
Y en medio del dolor que me acercaba a la alienación y me absorbía, casi me había olvidado de que iba a nacer Florencia… ¡Me había olvidado!
Sólo pensaba en el dolor, y me había olvidado de todo…
¿Me habría olvidado porque necesitaba unir ese dolor infinito que sentía, a otro que tenía sellado dentro mío?
No lo sé
Solo tengo la certeza de que en medio del dolor, recordé mi Patria desgarrada y pensé en los torturados…
¿Cómo?
¿Qué podría tener que ver?
¡¡¡Si iba a ser MADRE !!! ¿¿¿No era acaso eso lo único importante???
¿Qué tenían que ver los torturados de aquel tiempo oscuro de la Patria?
¿Qué tenían que hacer –ellos- ahora que venía la Vida?
Quizá tenían que salir, tenían que sentir mi compañía, tenían que recibir un poco mío…
Ya exhausta me rendí, me uní a sus dolores sin sentido de aquella noche oscura de la Patria....
Me uní a sus tribulaciones y sus miedos…
Los traje a mi memoria, los abracé con el alma condolida en esa noche casi eterna, hasta que al fin se hizo de día…
Y en ese amanecer se fue el dolor, y con él también se fueron los que abracé en el sufrimiento, pero me dejaron -para siempre- su recuerdo…
Eran las 7, un rayo de sol ínfimo se filtraba y me dejaba ver el nuevo día.
El maravilloso llanto de Florencia me anunciaba la sublime gracia de ser madre…
    
                                                                        Magalí Di Croce




Lo relatado es una vivencia real, que tuve unas horas previas al parto de nuestra primera hija, en la primavera de 1986. Los sufrientes y torturados a los que hace referencia el texto, son los perseguidos durante la dictadura militar que tuvo lugar en la República Argentina desde marzo de 1976 hasta diciembre de 1983

















Comentarios

  1. El dolor es vida. Y un paso necesario, a veces, para seguir adelante!!!

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  2. Fuerte. Real. Difícil abrazar la vida habiendo existido tanto horror. Pero la vida siempre gana, se escapa y sobrevive de las garras del oscuro

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  3. Un relato que te traslada a la época, el estudiante universitario, a la vivencia de dar a luz y al sentido de la vida. Una prosa magnífica.

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  4. Siiiii qué así sea! Unidad, sin grietas, sin odios, con verdad y justicia! Gracias!

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