Mi rosa, la "Pato Barraza", por Magalí Di Croce

Fotografía de una de las rosas que me dió el rosal "Pato Barraza"

                           Me encantan las plantas y las flores, y verlas , o percibir su aroma, me trae recuerdos de la misma manera que un perfume me recuerda un momento, o el olor de una comida me traslada a mi niñez o a algún tiempo vivido.
Los alelíes y malvones al jardín de la abuela, el ceibo a casa de mamá, los aromos a mi cumpleaños porque siempre florecía cerca de mi cumpleaños y mamá cortaba un buen ramo y lo ponía en el florero… y hasta hace poco, con sus largos ochenta y pico años, el tío Dante, me seguía trayendo un ramo cerca de mi cumpleaños, …los jazmines con ese perfume que colmaba la casa, me recuerdan a la tía Julieta y al tío Palito, ella me traía unos ramos bellísimos que parecían el bouquet de una novia y él, en alguna pasada, también me acercaba un jazmín, las fresias a la abuela Adela, la abuela platense de Osvaldo y Alberto, que nos adoptó como nietas a María Teresa Reca y a mí con un amor que disfrutamos y compartimos, y siempre decoraba la mesa para su cumpleaños con el mantel blanco y sus flores…
Y las rosas… capítulo aparte…amo las rosas…
Hace unos años, cuando desde Desarrollo Social, pudimos tramitarle gratuitamente las jubilaciones a tantos adultos mayores que habían trabajado toda su vida, y sus empleadores nunca les habían hecho aportes previsionales, vi tantas personas con su salud quebrantada por muchísimos años de esfuerzos físicos, fundamentalmente, que comprendí más que nunca la necesidad de esa justa protección que todos merecemos, y que un Estado responsable debe asegurar como un Derecho Humano.
El lapso de vigencia de aquel Programa era limitado, así, tratamos de avisar a cuanta gente pudiéramos y especialmente tratamos de conectar a los más vulnerables.
Marcela Macedo me dijo: -vamos a tratar de ubicar al Pato Barraza-, me acompañó y salimos caminado para su barrio, hasta que dimos con su casa….
Hablamos con su hijo Ariel y le pedimos la documentación necesaria para iniciar el trámite, lo que no fue sencillo porque faltaba una partida de nacimiento, y casi al filo del tiempo en que se cerraban los trámites…llegó!!!
Gracias a Dios le salió la jubilación!!! Lo que nos dio gran felicidad a todos… a los pocos días su hijo Ariel, sin tener porqué –yo no había hecho más de lo que me correspondía-, me mandó una maceta llena de plantines multicolores, y un rosal  que cada año daba rosas rojas aterciopeladas con un tallo larguísimo… A esa planta de rosa le puse de nombre: “la rosa Pato Barraza”...
Al recordar al Pato, parado en alguna esquina del pueblo, automáticamente recuerdo a Tita Sandes, una mujer cristiana, tan hermosa , que cada día, cada día, le alcanzaba la comida al Pato, no le daba lo que le sobraba...no, sino lo que cocinaba cada día… y cuentan algunos que ella iba tempranito a hacer las compras a Casa Jou, y el Pato parado en la esquina le preguntaba:-¿Que comemos hoy Patrona?-.....
Hace un año debí trasladar el rosal por una construcción, y lo que lamenté muchísimo, es que pese a mis cuidados y riego permanente, no prosperó en el nuevo lugar, se secó.
Lo que no se secaron son mis recuerdos... de aquel trabajador de por más de cuarenta años, sin protección alguna…de la bella mujer misericordiosa que tenía claro el mensaje de su Señor… y de la generosidad de Ariel cuyo regalo, el rosal con nombre propio, engalanó mi patio…recordarlos me enriquece el alma….


                                                                           Magalí Di Croce











































Comentarios

  1. Hermoso Magali lo que contas!!! Esto demuestra una vez más lo bella persona que sos y el corazón que tenes. Tus palabras siempre trasmiten paz. Te quiero mucho.

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  2. Recuerdos de flores, de actos bondadosos y de regalos de agradecimiento... ¡Hermoso!

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