Arraigo, por Magalí Di Croce

                                     Para mí es fundamental vivir cada día bien, sintiéndome parte de la comunidad, no es la expectativa de un viaje, o una vacación o un evento importante el motor que me impulsa. 

Nada de eso, aunque me pueda resultar interesante hacer un viaje, o una vacación  o vivir un evento especial ,  lo que profundamente a mí me da paz y felicidad es vivir cada día donde siento que es mi lugar, mi único lugar, y la palabra que define ese sentir tan profundo es arraigo…arraigo, cómo el árbol que echa raíces en la tierra, como una unión indisoluble honda, intensa, plena. 

Desde siempre he tenido ese sentimiento, que en realidad es mucho más que un sentimiento, es parte de mi esencia, es pertenencia y es con mi pueblo San Cayetano. 

Qué tiene de particular San Cayetano?... quizá nada, simplemente es mi lugar, donde pertenezco. 

Es mi lugar. 

Nací aquí. 

A veces me divierto cuando alguien me dice: “- tu pueblo...ah discúlpame quise decir tu ciudad…”- y yo pienso: ….nada hay que disculpar… es mi pueblo…feliz de que sea pueblo… 

A su vez creo que tiene algo de particular, y es su gente: los que se esfuerzan en el campo, los que trabajan por el arte o el deporte, los docentes que se brindan mucho más de lo que estrictamente deben, todos los que trabajan en instituciones de bien público, los que donan su tiempo en los clubes, los que transmiten las tradiciones argentinas, y los inmigrantes o sus descendientes  que enriquecen la cultura local con su aporte. 

Su gente: los que están siempre con sus banderas en los actos, los que dirigen su tarea a asistir personas con capacidades diferentes, los que sirven a los ancianos o a los más necesitados. Su gente, la que se da toda cuando se hacen campañas solidarias; la juventud que es capaz de organizar un Día del Niño realmente para todos, o ayudar a que los Reyes Magos no dejen de recorrer todos los barrios. Su gente: los que evangelizan en silencio con su obra. Los que le han hecho canciones a este pueblo. Los que aún siguen con ganas de aprender, de crecer, de construir. Su gente que se manifiesta en las diferentes formas de arte, sin importar qué edad tienen…Su gente….La que sale cada 7 de agosto a hacerle la procesión al Santo de Thiene… Su gente que recibe con tanta calidez a los que vienen de otros lados… 

Eso es San Cayetano, es su esencia, con su Plazas siempre lindas y sus vecinos. El Balneario con su magia, su playa bellísima…. 

Yo que, por estudio, o luego cuando recién me casé, he residido en otro lado he sentido cómo se extraña y he sufrido el dolor del desarraigo.

Siempre quise volver. 

He extrañado el no poder saludar por la calle…- cuando me fui a estudiar a La Plata, saludaba, decía "Buen día" o "Buenas tardes" a todo el mundo…hasta que reaccionaba…en las ciudades no se saluda… y me costó habituarme a eso- 

Por eso tengo la certeza interior, de que más allá de que también existen nuestras diferencias y hasta desavenencias, percibo que sobre las discrepancias hay un espíritu de pueblo, un sentido de comunidad que nos une, que nos da pertenencia… eso es arraigo. 

Siento el arraigo en lo más profundo de mi ser. 

Amo mi pueblo.

                                                                        Magalí Di Croce