Hace 43 años...,por Silvia Travaglia

Imagen del Valle de los Caídos, España

Bandera de la Segunda República Española
             
                                                            Son las 6 de la mañana y estoy escuchando que en este momento, en Madrid, son inhumados los restos del dictador Francisco Franco. Fueron sacados del Valle de los Caídos, monumento que hizo construir para él y otros, y donde se hallan enterrados también aquellos que lo construyeron, prisioneros y enemigos políticos, y que fueron muriendo sin identificar y quedando en medio de los materiales de construcción, de un modo que quizás no sea posible hacerlo nunca.
Así es que recordé el 20 de noviembre de 1975, día en que murió y que me encontraba en San Cayetano.
Fuimos invitados a festejar el fin de ciclo. Nuestros vecinos de la esquina, María Dolores, Josefina, no recuerdo si aún vivía don Servando, sólo recuerdo que sufrió cárcel y muchas penurias a causa de Franco y que debieron dejar su país por este motivo. Fuimos varios vecinos,mi mamá, Maruca, mi hermana...
En el local de lo que era su almacén armaron la mesa. Había guirnaldas con los colores de la bandera de la República, que tenia un color que yo no conocía, un morado agregado al rojo y al amarillo.
Los floreros tenían flores de los mismos colores.
Tomamos chocolate y otras bebidas, con diversas cosas dulces típicas, churros, tortas.
Todo parecía colorido y muy divertido pero también raro. Claro que no festejábamos una muerte, creo que se festejaba el fin de una etapa terriblemente dolorosa, que alejó a una familia de su lugar de origen y los obligó a exiliarse pues corrían riesgo sus vidas.
Sometidos al desgarro que implica ésto, creo que entiendo mejor, era un alivio, una liberación. Era liberarse de un tiempo de hondo dolor y rabia. Aún cuando aquí lograron insertarse , organizarse y crecer familiarmente, la herida que deja ese desarraigo no cierra nunca.
Esas mujeres me merecen una profunda admiración por el coraje de atreverse a hacer algo así, en un momento en que en Argentina las cosas habían empezado a oscurecerse. Me muestra también que cuando hay convicciones profundas se mantienen a través del tiempo y exceden las modas, los "ismos" momentáneos y los géneros.
Sepan que estarán siempre en mi memoria y que brindaría con ellas y porque supieran que se avanzó un paso más en pos de hacer justicia.
Queridas vecinas: se lo merecen por corajudas y por no haber cedido nunca en valores como la libertad.

                                                           Silvia Travaglia






Silvia ha compartido con nosotros varios textos, que puedes leer en este Blog.

Comentarios

  1. Silvia, en este texto se vive el presente y la historia, con todo lo que ello implica en nuestras vidas, la historia que nos deja huellas y, tantas veces, heridas...he tenido ocasión de conversar con María Dolores de la época franquista, sus sufrimientos...y su agradecimiento a esta Patria que los recibió con los brazos abiertos, es también una imagen de la vida del inmigrante que jamás pierde sus raíces...Qué bella experiencia para vos y tu familia el haber sido invitados a celebrar la libertad en la casa de esos vecinos queridos...me encantó...

    ResponderEliminar
  2. Estuve en ese evento, lo màs loco es que siempre decìan que cuando Franco partiera de esta vida lo iban a festejar, pensè que era en broma, pero no. Ahì estàbamos con otras amigas de mi mamà, españolas tambièn y por supuesto antifranquistas, tomando chocolate con churros; tal vez un poco de calma para estas personas que sufrieron tanto con su règimen.

    ResponderEliminar
  3. Fue lindo acompañarlas en ese alivio. Fueron 40 años!!! mucho tiempo!!!

    ResponderEliminar
  4. Un relato para conocer y pensar en la parte humana de la historia. Hechos que parecen lejanos y sin embargo, afectan la vida cotidiana de gente que tenemos cerca... ¡Hermosa vivencia!!

    ResponderEliminar
  5. Con cuanta emoción compartí tu relato Silvia!. Formo parte de él y también me llamo Maria Dolores como una de las protagonistas. Ambas eran hermanas de mi madre.
    Vienen a mi mente tantos recuerdos familiares, tantas sobremesas preguntando y escuchando respuestas.
    Por qué vinieron tan lejos? Por qué las lágrimas y tristeza de mi abuela ( Madre Rubia, como le decíamos )? Por qué hablaban de cárcel, prisión, persecución, hambre... si no habían cometido ningún delito?. Pero esa tristeza y añoranza de su terruño, que creo q contribuyó a la muerte a los 64 años de mi abuela, se matizaba con el agradecimiento a esta tierra generosa y a este San Cayetano que les había abierto sus brazos. Acá habían encontrado trabajo, sosiego, alivio a sus penas.
    Por eso Silvia, como lo expresas muy bien, festejaban el cierre de esa época funesta. Sí, todos los inmigrantes políticos fueron valientes y decididos y, mi familia en particular, adoptó esta Patria como propia. Yo también los admiro y, no obstante ser española por nacimiento, siempre me sentí argentina.

    ResponderEliminar
  6. Agrego. Cuando era muy chica aún escribí esta poesía que
    resume mus sentimientos.
    Mis dos Patrias

    Tengo yo dos Patrias
    que idolatro y amo.
    Son dos Patrias bellas
    que al igual adoro
    Una es la España
    de mus dulces sueños,
    otra la Argentina
    de espigas de oro.

    España querida
    de añejas leyendas.
    La Patria querida
    que no olvidaré,
    volveré va mirarme
    en tus limpias aguas,
    tus rojos claveles,
    tal vez cortaré.
    Joven Argentina
    que abres tus brazos
    a todos aquellos
    que aquí encontrarán,
    la paz y olvido
    de tantos dolores
    que cuántas,
    cuántas veces
    Te agradecerán.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. María Dolores querida, mi maestra que enseñaba valores y vida!!! Qué emotivo tu comentario, me llena el corazón...y tu poesía...bellísima...bellísima...

      Eliminar
  7. Muchas Gracias por tu comentario y por compartir tu hermosa poesía.
    Yo también vengo de inmigrantes, y emigré yo también por otras causas. Es un proceso doloroso cuando uno se ha ido por elección, que no puedo ni imaginar lo que ha sido para quienes tuvieron que hacerlo porque estaba en juego la vida. Inimaginable... y una marca para siempre. Cómo no acompañarlas? Cómo no brindar por un poco de alivio a su dolor?
    Algunos detalles se me han escapado, pero esos colores y esa reunión se me aparecieron claramente y en ese momento sentí que tenía que dignificar, desde este lugar que nos brinda Magaly, a una familia que tanto ha sufrido y que ,a pesar de todo, se levantó y encontró paz y olvido, como decis en tu tierno poema.
    Muchísimas Gracias!!!

    ResponderEliminar
  8. Y para mi, serás siempre Aurora. Un nombre que anticipa todo... que abre todas las posibilidades....
    Me pone muy contenta que te haya gustado.

    ResponderEliminar
  9. Me agrega mi hermano Luis un dato no menor: los floreros tenían cada uno una tarjeta con el nombre de alguno de los poetas prohibidos o perseguidos por Franco, Federico García Lorca, Miguel Hernández, etc.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Elegía para Thiago, por Ángeles Catalina Roldán

Los 15 de Shaira, por Magalí Di Croce

En busca de la Tierra Prometida, por Pedro Christiansen (Parte 1 y 2)