Mi Escuela Chica..., por Magalí Di Croce


El viejo edificio de la Escuela Nacional Nº1 , luego Escuela Provincial Nº19
Yo en la puerta de la Escuela


                                    Mamá fue muy decidida a inscribirme en la Escuela Nº1, donde ya iba mi hermana, había ido Julie, e iría Gustavo. Al ver la documentación le informaron que yo no podría ingresar ese año lectivo porque cumpliría los seis años recién en agosto…por lo cual debería ir el siguiente año…. 
Mamá –evidentemente- ha pensado que yo perdería el último tren si no ingresaba de cinco años a la Escuela, porque les respondió: -“Entonces la anoto en la Escuela Nacional que allí no hay problema…”- . 
En la 1, o Escuela Grande, pensaron que sólo era una forma de decir, si mi hermana iba a esa Escuela, nunca me anotarían en otra… 
Pero contra todos los pronósticos, me anotó en la Escuela Nacional Nº 1. 
La Escuela “chica”. 
De mi familia iba sola, pero nunca me sentí mal o sola cuando ingresé a aquel Primero Inferior con la Señorita Mirta, quizá porque ya tenía amigas muy queridas como Susanita por haber concurrido dos años antes al Jardín de Infantes – al querido Jardín Nº1- . 
Esas cosas de la vida, por las que fui a la Escuela 19, y estos días en que se celebró el Centenario me he puesto a recordar. 
Recordar…. no soy -nunca lo fui- una persona de mucha memoria, pero sé que recordar es “volver a pasar por el corazón” las vivencias… y en ese sentido sí tengo recuerdos… 
Recuerdo a mi primer Maestra, Mirta Serafini, tan joven –recién recibida- tan dulce, buena y justa, tan clara para enseñar que era un disfrute estar en el aula… A nuestra directora la Señora de Meléndez, con sus hermosos modos…era un sol…que lamentablemente perdimos muy tempranamente junto a su hija menor…hermosa…compañera nuestra… A Georgina Toledano, mi maestra de Primero Superior , qué alegría fue verla en la Fiesta del Centenario, siempre bella, cálida, con su sonrisa….pareciera que los años no pasaran para Georgina…sus ojos con ese color particular…era una maestra adorable, me viene a la memoria cuando preparamos la representación de la canción “ Fru – fru…” para un acto… 
Luego…Norma Agel…un ciclón… le teníamos algo de miedo… algo o mucho…más bien mucho…nada de sutilezas, nos decía sin anestesia lo que pensaba de nuestro proceder, de nuestro cuaderno o rendimiento, pero la aprendimos a querer…se preocupaba porque aprendamos…sin duda, enseñaba. 
En los últimos años pasamos a ser una Escuela de la Provincia de Buenos Aires, ya como Escuela Nº 19. 
Ahí tuvimos maestras diferentes en áreas, María Dolores Najar, Yiyi Cortez y Anita Fernández…las quise muchísimo y la vida ha querido que con María Dolores y Yiyi sigamos compartiendo actualmente en la Parroquia … y con Ana además de su alumna, también en el secundario fuimos compañeras cuando dábamos clases en la misma época… 
María Dolores…dulce y buena… nos enseñaba valores, nos encantaba ir a celebrarle su cumpleaños de picnic a la quinta donde vivía con sus padres antes de casarse ( y ella con toda su paciencia nos recibía y “aguantaba”)…muy maestra, equilibrada….muy querida… 
Yiyi con un carácter más fuerte, pero igual de buena, muy maestra, dedicaba horas a asegurarse que aprendiéramos y sino hasta nos recibía en su casa para reforzarnos algo... 
Anita, un personaje, tenía siempre algún cuento de antes, que nosotros impulsábamos a que cuente para perder algunos minutos de clase…pero no era perderlos…siempre nos dejaba algo, creo que mi placer por escribir nació de sus clases de Lenguaje… 
Donaban su tiempo extra, no medían las horas… 
Otra Directora que recuerdo con tanto cariño era Marimar Rosetti, recta, luego fue mi profesora de Matemática en el secundario, muy exigente y justa a la vez, nos daba consejos, se preocupaba por nosotros como personas integrales… Beba Sieber, Coca Tapia, Telma Riega,  maestras tan queridas por sus alumnos, yo no las tuve, pero tengo de ellas un bello recuerdo... Telma fue parte del equipo directivo cuando yo iba, creo que Secretaria, siempre  atenta, equilibrada, amable...
De los auxiliares recuerdo a Pancha Noceda, con su delantal níveo, almidonado, la Escuela impecable…como ella… 
Y mis compañeros… eran tiempos diferentes, las chicas nos juntábamos con chicas, y los varones por su lado… Susanita Laborde, Alba Luz Hanashiro –hija de japoneses- hermosa gente, Diana Jorge, Sarita Fernández, Silvia Faienza, Marisa y Tita Cinalli, Monica Terink,Gracielita Fernández, Eduardo Martínez, Belu Rossetti, Patricia Caligiuri y Bibiana D’Ambrosio, Elizabeth Carabajal, María del Rosario Abaca, Cristina Fernández, Elsita Echaniz, Liliana Kalle, Rubén Carrozzi, Diana Bernardi, Tití Seminara y Mabel Igoldi que fue un tiempo con nosotros y luego terminó en la Escuela Nº1, Liz Meléndez, Tati Orofina,Oscar Salerno, Ricardito Boneltini, Hugo Villareal, Diego Pecker, Pedro Garcés, Ricardo Amoroso, Ricardito Tisso, Mario Rúgura, Daniel Bernardi, Luis Timerman, y Lucas García. 
Era un grupo lindo….con algunos la vida nos ha seguido juntando en otros espacios... trabajos y hasta familia, otros por las redes de tanto en tanto… algunos ya no están… pero todos, todos, en mi recuerdo... 
Hace tiempo cuando veía a los egresados que cumplían las Bodas de Oro, los consideraba  viejones… nosotros junto con el Centenario de la Escuela, cumplimos 50 años de egresados….y – paradójicamente- nos veo jóvenes aún…

La celebración del Centenario estuvo plena, trabajaron tanto! , y ese trabajo intenso dio frutos de reencuentro y alegría, lo disfrutamos, nos emocionamos, compartimos y nos divertimos….además de tanta gente querida con quienes nos saludamos ese día con tanto cariño, fue un regalo al alma ver los más jóvenes que hemos tenido como alumnos en el secundario y venían en grupos a saludarnos, a Susana y a mí, con tanto afecto… 
En la cena de celebración de los 100 años
Me queda en el corazón el recuerdo de mi querida Escuela Chica que hoy tiene su propio edificio grande, cómodo, seguro, con todas las dependencias para brindar una educación de nuestro tiempo, y celebro que tenga ese bello edificio, mientras albergo la absoluta certeza de que una Escuela no es su edificio, sino el amor y la dedicación de todos, directivos, docentes,  auxiliares, de los alumnos y de sus familias , eso la hace una Comunidad Educativa, que nuestra querida Escuela, siempre tuvo, tiene - y por todo lo quedó manifiesto en la Celebración del Centenario- tendrá….
                                                  
                                                                              Magalí Di Croce


Comentarios

  1. Gracias Magali por acordarte que fui con ustedes hasta 5 grado hermoso lo que escribiste besos

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  2. Tu escrito tan sentido, junto con el video de la Escuela 19, me hizo conocer un grupo de docentes, alumnos, auxiliares, etc, que no conocìa en el modo en que se relacionaban. Muy cercano todo. Debe haber sido una experiencia muy linda.

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  3. ¡Qué buen cuadro hiciste de las maestras!! Cada una con su personalidad, pero todas dedicadas a dar todo: tiempo, capacidad, esfuerzo... por enseñar y enseñar bien...

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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