Yo entrevisté a Alfonsín, por Mario Cipollone



                         























Tengo la certeza de que la personalidad más importante que me ha tocado entrevistar, en más de 30 años de ejercicio profesional del periodismo, ha sido el ex presidente de la Nación Argentina durante el período 1983/89, Raúl Ricardo Alfonsín, con el aditamento especial de que no fueron preguntas hechas a las apuradas o en medio de un conglomerado de micrófonos, sino que pude disfrutar de su presencia durante 54 minutos en “Quórum Propio”, el programa periodístico de opinión que conduzco en Canal 2 de San Cayetano desde el 19 de Marzo de 1992. 
La llegada de Alfonsín a nuestra comunidad se produjo trece meses después de haber iniciado ese ciclo televisivo, más exactamente el 16 de Abril de 1993, en el marco de su búsqueda por alcanzar la titularidad del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical y, con esa representatividad, evitar que su sucesor en el “Sillón de Rivadavia”, Carlos Saúl Menem, forzara -en su afán reeleccionista- el espíritu de la Constitución Nacional, cosa que con posterioridad el veterano dirigente lograría evitar en forma parcial, tras firmar el llamado “Pacto de Olivos”, e implícitamente avalar la reforma de la Carta Magna, condicionada a un Núcleo de Coincidencias Básicas. 
Las autoridades del Comité “Leandro N. Alem” de San Cayetano, en aquel momento presidido por el escribano Edgardo Hauri, me propusieron que la conferencia de prensa que Alfonsín brindaría a los representantes de los medios locales se hiciera en “Quórum Propio”, cuestión que -demás está decirlo- acepté gustoso. De aquella entrevista también participaron los colegas del diario “La Voz del Pueblo”, Juan Bautista Tomalino, y de LU 24 Radio Tres Arroyos, Norberto Burgos, así como también el propio escribano Hauri. 
El encuentro con la prensa se produjo alrededor de las 11.00 de la mañana, siendo transmitida en vivo por Canal 2, y grabada para ser emitida en el día y horario habitual de “Quórum Propio”. En la oportunidad, se recorrieron todos los temas que ameritaba la presencia de quien suele ser recordado como el “Padre de la Democracia (moderna de la Argentina)”: su gestión al frente del Poder Ejecutivo Nacional; la salida anticipada del gobierno; los grupos de poder; la por entonces administración Menem; y obviamente, su postulación a la presidencia del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical..., pero el diálogo tenía reservada una sorpresa para mí. 
En el transcurso de la charla, cuando el Doctor Alfonsín se estaba referiendo a la posible reforma de la Constitución Nacional, quiso ejemplificar la situación y no tuvo mejor idea que preguntarme si yo era casado, si tenía novia, y ante mi asentimiento en el segundo de los casos, fue más allá, y pretendió indagar el nombre de la señorita en cuestión, siendo que la relación con mi actual esposa Rosana Di Croce recién estaba dando sus primeros pasos, cuestión que él obviamente desconocía. Mis dudas quedaron en evidencia, balbuceé algunas palabras inentendibles, pero finalmente no respondí a lo puntualmente consultado, generando risas nerviosas entre los presentes. 
Una vez terminada la entrevista, un Alfonsín algo compungido me pidió disculpas por haberme puesto en semejante aprieto, tratando de explicar que lo suyo no había tenido mala intención, pese a lo cual insistió en conocer el nombre de mi novia, cosa a la que esta vez accedí, ya sin la presión de tener que dar a conocer públicamente aquella incipiente relación. Acto seguido, el líder radical se retiró de Canal 2, recorriendo de a pié, junto a una nutrida comitiva, el trayecto que lo separaba de la Agrupación Boquense “La Mitad Más Uno”, lugar donde almorzaría y brindaría un encendido discurso a la militancia radical. 
Mientras tanto yo, habiendo concluído mi tarea periodística en Canal 2, partí unos minutos después hacia la sede boquense, en este caso para colaborar en la cobertura que realizaba la entonces FM “Líder”, radio donde también supe conducir durante varios años el programa “Liderando la Mañana”. Una vez allí, tuve el honor de ser invitado a almorzar al lado del Doctor Alfonsín, lo que me permitió observar la amabilidad del dirigente radical para con cada uno de los afiliados y simpatizantes del centenario partido, que no cesaban en los pedidos de fotos y autógrafos. 
Luego de la comida y del ya mencionado discurso, donde hizo gala de una oratoria excepcional, generando aplausos y un entusiasmo desbordante entre la concurrencia, realicé una primera nota radial al histórico dirigente, quien tenía guardada una nueva sorpresa para mí. El expresidente de la Nación tomó una lapicera y escribió en una hoja de su agenda, una dedicatoria que conservo como tesoro muy preciado: “Para Rosana y Mario, son mis mejores deseos. A Mario lo felicito por su programa; a Rosana, por su elección. Un saludo grande. Raúl R. Alfonsín”. 
Ya con un pie en el avión que lo aguardaba sobre la pista del Aero Club local, el admirado y recordado mandatario de los argentinos saludó a cada uno de los militantes y vecinos sancayetanenses que se trasladaron hasta el aeródromo para despedirlo, expresó sus últimas palabras ante una última requisitoria radial, y tras mirarme fijamente a los ojos, me volvió a repetir: “No se olvide de darle mis saludos a Rosana”... 


                                                                 Mario Alberto Cipollone




Mario es sancayetanense,  Periodista  recibido en la UNLP, tiene una importante trayectoria en su actividad periodística, y actualmente continúa con su Programa Quórum propio por el que ha recibido numerosos premios y es Jefe de Programación de CCTV Canal 2 de San Cayetano

Comentarios

  1. Mario conozco tu trayectoria y lo importante que es tu quehacer periodístico en nuestro medio...pero no conocía los detalles de esa trascendente entrevista donde se trasluce tu labor y la humanidad de Raúl Alfonsín!!! Me encantó!!! Felicitaciones!!!

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  2. Un momento periodístico inolvidable...por más de un motivo...jaja

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  3. La vida y tu profesion te pusieron en la circunstancia de entrevistar a una figura, cuyo nombre se agranda y valora màs con el paso del tiempo. Ademàs nos muestra a todos una dimensiòn ìntima y personal que lo engrandece aùn màs. Què bueno que lo hayas compartido!!! Es una anècdota càlida y sencilla, preciosa. Muchas Gracias!

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