Mi amigo Pocho, Por Magalí Di Croce

Fotografía tomada en el Espacio Cultural el día de la Exposición de sus Dibujos


Agradezco a Dios el haberme hecho de buenos amigos, considero que la amistad es un regalo, no por nuestros merecimientos, sino que  es una gracia que se nos otorga en la vida.
Tengo amigos de la vida, amigos de la familia, amigos que se derivaron de estudiar o trabajar juntos, amigos de la Parroquia, de Teatro… y entre los amigos que me quedaron por compartir  el trabajo hoy quiero escribir sobre Pocho.
Luis (Pocho) Cerchiara era el Tesorero Municipal, cuando yo entré en la Asesoría Legal.
 A Pocho ya lo conocía, por un lado porque fue alumno de mamá en Dibujo y se tenían un mutuo aprecio, y además porque junto a Coco   -otro querido compañero de la Municipalidad- crearon  el primer Boliche Bailable del Pueblo: Copo’s,  un lugar del que todos los que lo conocimos tenemos el mejor de los recuerdos y añoranza, y al que llevó hasta a Luis Landricina… pero eso lo dejo para otro relato que me encantaría haga él o Marcos, su hijo…
En la vida de trabajo cotidiana del Municipio, Pocho era impecable en su función, y además un muy buen  compañero siempre, siempre de buen carácter, amable y respetuoso… y  además tenía una particularidad: él amaba -y ama- el dibujo, y su particularidad era dibujar momentos o situaciones de la cotidianeidad…
Creo que  nos sucede a  todos los que hemos trabajado horas junto con otros: terminamos contando nuestras alegrías,  así también como  problemas o disgustos de todos los días, aun cuando no fueran del ámbito laboral…así, Pochito  nos escuchaba cotorrear  y si el tema era interesante y sobretodo divertido, al ratito nomás ya  circulaba un dibujo de algunos de nosotros, siendo, por supuesto, el retratado el último en enterarse…
Dibujó Intendentes, Secretarios, funcionarios,  compañeros y amigos, todos divertidos, con humor sano y cariño…
Hace aproximadamente dos años su hijo Marcos  organizó una Exposición de sus dibujos y caricaturas en el Espacio Cultural,  fue un acontecimiento que deseamos se repita, los que no pudieron verla lo lamentan y piden se haga de nuevo, ahí  también expuso unos que había hecho de Susy -su esposa-  y de Marcos, y  también un panel con dibujos  de Coco Di Caro, su amigo del alma que había partido hacía poco…
Cuando cumplí 55 años,  mis amigas de la Municipalidad, por idea de Marcela,  me regalaron  unos cuadros con los dibujos que Pocho me había hecho en nuestros años de trabajo común, qué alegría y felicidad me dio ese regalo!!! …aún hoy los miro y disfruto...
En sus dibujos  tuvo y  tiene la capacidad de captar la realidad y darle un buen toque de humor, eso es un don que tiene, es parte de él…
En el año 1991 arribó al puerto de  Mar del Plata  el Kitty Hawk, el portaaviones estadounidense que retornaba luego de participar  en la guerra de Irak…eran otros tiempos…los medios de comunicación alertaban sobre la tripulación que llevaba muchos meses sin pisar tierra y lo que ello podría ocasionar en la ciudad…todo el mundo hablaba de eso…Yo en esos días solía usar para trabajar,  una remera con cuello marinero y pantalón blanco…por supuesto que me dibujó de espalda y a mi dibujo -que recorrió todas las oficinas-, le escribió arriba : “llega a San Cayetano el Kitty Hawk… el arribo trae cola…”


Otra vez  me dibujó entrando a la Municipalidad – yo no tenía la obligación de fichar el horario, iba muchas veces más tarde que otros,  porque estaba disponible también a la tarde o cuando me necesitaran, pero eso, quizá por la falta de costumbre, daba lugar a que algunos que sí debían fichar entrada y salida,  controlaran medio de reojo  mi horario de llegada… con él nos reíamos de eso… así que me dibujó entrando a las nueve y un cartel que decía que el horario era a las siete.

 Otra vez  llegué muerta de risa porque yo sentía que a  mi pollera se le había desprendido el brochecito  y como que se me iba cayendo, yo iba  por la Plaza América camino al Municipio y como tenía las manos llenas de carpetas y no  podía sostener la pollera,   sufría porque en la esquina estaba la Gomería de Sánchez y temía que se dieran cuenta…nada pasó, la pollera nunca se cayó, pero Pocho me dibujó  con la pollera caída y los muchachos de la Gomería de Sánchez mirando…


Una mañana llegué quejándome de  que Osvaldo había llamado a un albañil y hecho voltear una pared sin desocupar previamente todo…al rato circulaba el dibujo…




También me dibujó, en menos de  dos segundos en una tirita de papel  de las antigûas máquinas de calcular,  con un enterito que siempre usaba cuando estaba embarazada de María Magalí



o charlando en la ventanilla de la Oficina de Rentas.. ..siempre estaba alerta ...
Además de esos dibujos hubo muchos otros que lamentablemente se perdieron.

Pocho es una persona agradable con mucho humor y respetuoso a la vez, agradecido de la vida y  de su familia.
Nuestra amistad sigue firme, cada tanto vamos a cenar  junto con Olga, los tres, y ahí nos ponemos al día de nuestras vidas actuales, nos reímos mucho  y, además, recordamos con profunda alegría aquellos tiempos compartidos…
Hoy quise hacerle este pequeño homenaje, y al hacerlo me olvidé por unas horas del coronavirus, del encierro, de la preocupación por mi familia, por mis amigos, por mi pais y por el mundo entero, y me sonreí muchas veces...

                                                                      Magalí Di Croce





Comentarios

  1. Qué lindo tu relato!
    Es admirable cuando una persona con sólo algún rasgo en especial, hace una descripción acabada y exacta de una situación. Observan con una gran fineza y destacan ese rasgo con humor y respeto. Para mi es una forma privilegiada de expresar su cariño y manifestar cuánto tienen en cuenta al otro. Maravilloso!!!

    ResponderEliminar
  2. Maravilloso relato Magali!!! Tengo el privilegio de conocer muchas de las anécdotas contadas por el propio Pocho, mate cocido de por medio. Un placer!

    ResponderEliminar
  3. ¡¡Los detalles!! Los zapatitos, el cabello...en la de la gomería, el perfil es exacto. Dibujos con vida. ¡Un genio! Pude ver su exposición en el Espacio Cultural, ¡pero sí, que se repita esa maravilla!
    No recuerdo quién dijo que 'El arte nos salvará'.

    ResponderEliminar
  4. Cómo no recordar a pocho ,siempre impecable y con una sonrisa.tidavia me parece verlo del brazo de su novia,parecían una pareja de modelos..que orgullo para su hijo q los q lo conocimos guardemos un grato recuerdo.

    ResponderEliminar
  5. Que bueno haberle hecho un homenaje en vida de lo importante que fue ese vínculo así como de la alegría que brindó a todos los que lo conocieron. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Elegía para Thiago, por Ángeles Catalina Roldán

Los 15 de Shaira, por Magalí Di Croce

En busca de la Tierra Prometida, por Pedro Christiansen (Parte 1 y 2)