La mamá escondida...., por Mercedes Varela


Mi madre, siempre fui crítica con ella. Mi espíritu rebelde de juventud que se extendió largamente hasta su enfermedad, cuando me convertí en madre de mi madre.
Mis recuerdos de infancia la hacen una madre trabajadora, una vida social muy activa, personalidad inquieta, sargento de caballería la cargaba mi papá.
Siempre sentí su predilección por mi hermano, será por eso que me acerqué más a mi papá, a quien admiraba por todo lo que hacia, decía o nos enseñaba.
Ella, mi mamá, con su personalidad segura, no era distante pero tampoco demasiada cercana. ¿Seria que yo también me mantenía distante? No se...
Pero hoy, al paso del tiempo, cuando ella ya no está, me llegan historias y comentarios de su persona que me han sorprendido. Era la mamá que no veía, afuera de casa, en los ámbitos que ella solía ir: la iglesia, Cáritas, el consultorio, sus amigas.
Me queda una satisfacción, saber que en muchos caló su personalidad chispeante,
agradable, inteligente y con sentido común, cristiana comprometida, solidaria, buena y fiel amiga.
Mis recuerdos más agradables están relacionados con anécdotas graciosas, por su despiste y arranques de rabieta que terminaban en infalibles bloopers, que si hubieran celulares en aquella época de seguro serían videos virales.
Querida mamá, aprendí tarde a valorarte en tu totalidad de persona, ya cuando la enfermedad era demasiado avanzada me convertí en una fiera protegiendo a su cachorro ante tu indefensión, pero te amé así hasta el último instante... Y hoy más te quiero en mis recuerdos y mas aún por las anécdotas que recojo de las personas que te conocieron.

                                                   Mercedes Varela


Mercedes es sancayetanense hija de inmigrantes paraguayos, sus padres Carolina, odontóloga, y Ramón, médico, vinieron de muy jóvenes a nuestro pueblo donde formaron su familia. Estudió informática, está casada con Gustavo con quien tienen cuatro hijos, es  docente jubilada, y catequista, además de permanente colaboradora en diferentes actividades de la Parroquia

Comentarios

  1. Mercedes sabes que tuve el placer de conocer y querer a Carolina, primero en su consultorio y luego en el Retiro del Espíritu Santo en el campo de Gardey, a partir de ahí me invitaba a reuniones de oración y canto y luego compartimos nuestra labor de catequistas, me llevaba en su auto al culminar las reuniones y ahí teníamos hermosas charlas...también con Teresita recordarás que nos llevaron juntas a Cursillo...Cuando más la fui conociendo más la fui queriendo y admirando, una mujer fuerte, luchadora, profesional recta, una cristiana comprometida , agradable, amiga fiel, y lo que más me admiraba es que siendo adulta nunca dejaba de crecer, escuchaba, oraba y crecía,se cuestionaba a sí misma y crecía...te dejó el regalo inconmensurable de una fe firme, valores y un gran amor de mamá y abuela, gracias por compartir este bello texto en este día que sería su cumpleaños!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te agradezco Maga, haber podido compartir estas lìneas, que surgió de una conversaciòn de whatsap contigo, tus palabras acerca de ella me inspiraron estas lìneas, a mas de otras personas que también me habìan hablado de mi mamá. Me he sentido alagada al leer tantos comentarios favorables y recuerdos de ella y agradecida a Dios de haberme dado una familia como la que tuve. Gracias otra vez!!!

      Eliminar
  2. Yo la quería mucho a la doctora Carolina. La recuerdo con tu papá en casa de mis padres. Esos ojos transparentes y su tono de voz, te daban sensación de calidez inmediatamente.

    ResponderEliminar
  3. Que lindo lo que escribiste.. Me emlcione.... Recuerdo muy lindo tebgide tu mamá. Una mujer luchadora en el trabajo, siempre me hablaba de la prevención de la dentadura!!!! Un consejo que jamás olvide y en el MCC amiga de mis padres, quienes la recuerdan con muchísimo cariño comprometida con su fe, trabajadora y chispeante...
    mamá la recuerda con mucho cariño. Te abrazo con el alma amiga.

    ResponderEliminar
  4. Que hermoso escrito!! y que bálsamo para el alma haber podido encontrar a esa mamá escondida que, tal vez, sólo necesitaba amor...

    ResponderEliminar
  5. Mercedes, con tu FAMILIA tuve el privilegio de vacacionar en Bariloche (Viaje INOLVIDABLE!!!) además de ser nuestros doctores (Kuky y el Gordo para mi viejo...) Seres humanos excepcionales que siempre estarán en el corazón de los sancayetanenses, un beso grandote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sii Carlos! Siempre me.contaban las.anecdotas de ese.viaje! Inolvidable

      Eliminar
  6. Si no teníamos problemas dentales, antes no nos llevaban de niños a la dentista (por entonces casi no se usaba 'odontóloga'), pero cada año en marzo había que sacar el bucodental para presentar en la escuela. El tiempo en la sala de espera era tenso, por no decir de mucho miedo. Pero, al entrar, al ver la sonrisa y escuchar las primeras palabras de la Doctora, con su acento particular, se pasaba todo el temor. Recuerdo esos momentos como si fuera hoy. Gracias y muy lindo texto.

    ResponderEliminar
  7. Mercedes
    Me encantó lo que escribiste de tu mamá!.
    Yo le tenía un cariño especial heredado de mi tía Maria Dolores; para ella los Varela eran únicos y entrañables. Aparte de ser paciente de ella mientras trabajó, tuve oportunidad de tratarla con mayor intimidad en la Iglesia y en la merienda de Caritas, con el grupo que la inició en la Capilla San Roque. Qué bien lo pasábamos aunque los grupos eran muy numerosos!. Intercalabamos el trabajo con la charla, pero Carolina nos llamaba la atención y nos controlaba la disposición de las masas y tortas en las bandejas, con su buen gusto. Ah! Y cuidadito con comer mientras las preparábamos.
    Tantas veces hablamos de su Mercedes y mi Mercedes!!!
    Cuando su salud empezó a deteriorarse, la seguí visitando y así tuve ocasión de comprobar lo buena hija que era su Mercedes!. Cómo la cuidarse y te preocupaste por ella, con el amor que ella se merecía y que vos le diste hasta último momento.
    Fue una bella mujer por fuera y por dentro: sincera, solidaria, ferviente cristiana, abnegada esposa, madre e hija que cuidó a su madre con la misma dedicación que vos lo hiciste.
    El mejor de los recuerdos para Carolina y un gran cariño para su Mercedes.

    Maria Dolores

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Elegía para Thiago, por Ángeles Catalina Roldán

Los 15 de Shaira, por Magalí Di Croce

En busca de la Tierra Prometida, por Pedro Christiansen (Parte 1 y 2)