La casa de Cortada, por Viviana Arcángeli


Mi casa de la infancia era la casa de la familia Cortada, era alquilada, y vivimos ahí hasta que yo cumplí los 7 años. 

Para mí era la casa más linda del pueblo, tengo los mejores recuerdos de mi infancia, los cumpleaños, los juegos con mis primas y amigas. 

Era pequeña, estaba ubicada en el fondo del patio, tenía un camino de ladrillo angosto que parecía interminable hasta llegar a la calle; justo en el medio del patio estaba la bomba de agua y en frente una planta muy grande de membrillos que a la nochecita me asustaban al moverse las ramas y hacer sombras. Yo en ese momento pensaba que eran como brazos de un monstruo que me querían agarrar; ya que en esos tiempos no había iluminación en las calles y solo en las esquinas y a mitad de cuadra, pero era un foco muy chico y de luz amarilla. 
Recuerdo cada lugar del patio y sus plantas, había un damasco grande que en una de sus ramas mi papá me había hecho hamaca, en el verano se llenaba de frutos riquísimos, debe ser por ese recuerdo que yo en mi casa tengo tantos frutales, pero el primero que compré fue un damasco.
También había un almendro, nogal, manzano, peral, limonero, naranjo, dos planas que me gustaban mucho era una lila blanca y otra color lila y una Filadelfia, que dan pocas en San Cayetano, pero cada vez que paso por una casa y veo una las miro por largo tiempo, y con nostalgia. 
Mi mamá había plantado gladiolos de todos los colores que cuando florecían decoraban la casa y las calas hermosas y de color blanco cuando había tormenta resaltaban.
También recuerdo que había un gran tanque de material con molino, mi papá había puesto pececitos de colores que subían a la superficie a buscar las migas de pan que les tirábamos.
Qué infancia hermosa  pasé, en esa casa conocí a los Reyes Magos, mi papá era cliente de La Palma desde que estaba toda la familia Linares y desde ahí salían, me asustó un poco el negro Baltazar y salí corriendo a esconderme, pero papá me fue a buscar y me explicó: ya que me habían llevado los regalos y tenían los camellos con sed, él les iba a llevar agua, y a los reyes había que invitarlos con sidra, así que me conformó. 
Era un barrio con pocas casas, había muchos terrenos baldíos, a una cuadra estaba la laguna cercada por sauces llorones; a la tarde se sentían el croar de las ramas y antes de que oscurezca la gente se encerraba en sus casas porque andaba “ la llorona” asustando… 
En algunos terrenos cerca tenían parques con una gigantesca rueda del mundo y autitos chocadores; a mí me gustaba verlos desde mi terreno y también observaba una gran estructura de hierro que era una prensa de hojas de eucaliptus. Siempre tuve animalitos, papá me daba permiso para traer cualquier animalito abandonado, pero sí me dijo: "- Nunca vayas a traer un pájaro en jaula, porque así como nosotros, tienen que estar libres...-" y así crecí siempre, viendo a los pajaritos en las plantas, como debe ser. 
Esta es la hermosa historia de mi infancia, y ahora de adulta también, tengo gatos y perros rescatados, y en los árboles casitas de horneros y nidos de golondrinas, todos libres como Dios nos creó. 
                                        Viviana Arcángeli

Viviana está casada con Ricardo, son padres de Belen y abuelos de Angelita y Cayetano. La cercanía con su casa paterna no sólo fue física, sino que siempre estuvieron unidos con el amor profundo y cotidiano de la familia. Tiene escrito en este Blog el texto "La historia de mis padres" que puedes leer desde acá.



Comentarios

  1. Querida Vivi!!! Síii era la casa más linda del Pueblo, cómo disfrutamos!!! Las plantas, el patio, las tortitas de barro que ni el mejor chef del mundo podría hacerlas tan bien....cuando iba a tu casa, tu mamá, mi madrina, la tía Élida, nos llevaba a la tardecita a hacer las compras a La Palma, y nos regalaba esa golosina que parecía una mandarina con caramelos que simulaban ser los gajitos....hermosos recuerdos...y lo relatas hermoso!!! Gracias por compartirlo!!!

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  2. Qué hermoso texto Viví!!! Cuantos recuerdos!!! Tengo patente el tanque!!Qué épocas!!! Soy Susana

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  3. Precioso relato, Viviana, precioso. Se va 'viendo' la casa a medida que contás. Me acuerdo clarito de 'una gran estructura de hierro que era una prensa de hojas de eucaliptus', que parecía siempre igual, siempre esa hojas ahí arriba, 'apretadas', ¿para qué serían?. Creo que frente a la chacarita de Pereira, en calle Belgrano ¿puede ser?
    Un gusto leerte...

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  4. Hermoso relato Viviana, me vino a la mente cada lugar de tu casa de la infancia y senti los aromas de tantas flores del jardin de tu mama. Me reconforto el alma leerte.

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