Cuando la vida no se cansa de ponerte a prueba...,por María del Carmen Becerra

Siempre me he caracterizado por tener una postura muy, muy positiva frente a la vida… siempre. Siempre he tratado de ser fuerte por mí y, sobre todo, por los demás, afirmando que, si algo me pasa, pongo lo mejor de mí, mi mayor esfuerzo y mis ganas de salir adelante y lo hago, con heridas de guerra, pero lo hago. Así soy yo y no es que sea mejor o superior que nadie, es mi personalidad.
Pero cuando le ocurre algo a mi familia, mis hijos, mi mami, mi marido, ahí encuentro mi flaqueza. Me desespero, me angustio, me apuro a buscar soluciones, soluciones que, a veces, no puedo lograrlas con la rapidez que quiero o exijo.
Cada día para mí, es una caja de pandora: mi salud, la de mi mami con sus 90 años… SI!!!!!! 90 AÑOS!!!!!!! Y esto me hace recordar a mi querida tía Pirucha que siempre jorobaba con su latiguillo: “Y, si son necias para morirse, aguántense” Jajjajaajaja!. Ella y su humor ácido, con sus palabras siempre justas. Siempre arrancando una sonrisa aún de las peores situaciones. ¡Ni festín que se estará haciendo con las locuras de este mundo actual, tan loco que se muestra y tan enloquecidos que nos tiene!
Pero bueno, vuelvo a lo mío, a mi necesidad de escribir porque es bravo esto de estar sola contra el mundo, porque te dicen (y con razón) tenés hijos, marido, amigos… pero en los momentos de enfrentar las circunstancias estás como viniste al mundo: solo, con frío y desamparado.
Y no es que estoy publicando esto porque tengo algún problema.
Sólo estoy pensando en lo que debe pasar por la cabeza de mi mami, una mujer luchadora, que se vio obligada a dejar a su hijito de tres años con una cuñada porque su hija tomó polio, una mujer que dejó todo para que su hija lograra ser quien es hoy, una mujer que se acostumbró a hacer economía “de guerra” para que su hija fuera atendida en CERENIL, lugar que fue fundado, atendido y dirigido por quien fuera mi médico de cabecera, el Dr. Juan Otimio Tesone, una mujer que contra viento y marea luchó para vencer, junto a mí, las secuelas de esa terrible enfermedad, que se bancó mis lágrimas, mis berrinches, aún cuando su corazón quería abrazarme y consolarme.
Hoy me toca a mí y, ¿saben una cosa?, he descubierto que eso que muchos usan para descalificar a ciertos hijos que ponen en hogares a sus padres/ madres, es mentira. ¿Cuántas veces han oído decir “una madre cría diez hijos, pero un hijo no es capaz de cuidar a su madre anciana?” ¡Es mentira! Porque resulta que, cuando uno es madre (yo lo fui a los 18 años) mi madre era una mujer re joven, tanto que, si había algo que disfrutaba y mucho, era cuidar a sus nietos. Y así lo hizo, siempre que pudo y se necesitó la abuela, ella estaba.
¿Qué puedo decir yo, que hace diez años me tuvo nuevamente en su casa, mientras me recuperaba de la operación de cadera, y se ocupó de mí, atendiéndome y cuidándome durante un mes y diez días? ¡Y ella tenía 80 ya!
Entonces hoy, a pesar de mi discapacidad, trato de ayudar, de colaborar, de estar presente, porque es lo único que puedo hacer, porque a pesar de todo lo que ella hizo por mí, yo crecí junto a ella y también acumulé achaques (además de años) y ahí me di cuenta que la vida vuelve a ponerme a prueba enfrentándome a la culpa de no poder devolverle a mi madre todo lo que ella me dio, de no poder cuidarla todo lo que ella me cuidó. Entonces me decidí a escribir esto, para que reflexionemos antes de juzgar las acciones de los demás, porque uno no sabe los entretelones de la vida de los demás porque, si, aunque no querramos admitirlo: “la vida no se cansa de ponernos a prueba”
                                                                    María del Carmen Becerra


María del Carmen, Mariquita, como le decimos los amigos, es una escritora nata...Ella desde muy jóven logró poner en palabras bellas sus sentimientos y pensamientos... ya ha escrito en esteBlog el texto "Porqué a mi" que puedes leer desde acá

Comentarios

  1. Mariquita tu bello y sentido texto me identifica...cuando nuestra mamá tiene más de 90 y nosotras no tenemos 20 años, a veces nos superan las actividades, la falta de tiempo, los sentimientos de culpa, o la falta de energía...lo escribiste muy bello, muy lleno de amor...gracias por compartirlo!!!

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  2. La etapa de la vida en la que nos quedamos huérfanos, sea a la edad que sea, es muy fuerte y difícil de transitar. Cómo no entender lo tuyo? y lo de Magalí.
    Recuerdo haber pensado en su momento, que no era la vida la que me ponía a prueba (porque es normal que los hijos veamos declinar a nuestros padres) sino que yo era la que tenía que probarle a la vida, que aquella proteccion que me habían dado, estaba con toda su fuerza ahi, para sostenerme sola. Lo pensé como un agradecimiento a todo lo recibido y ahi estuvo, para mi, la idea de devolver lo recibido y hacerle honor a tanta generosidad.

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    Respuestas
    1. Maravilloso comentario Silvia...y es una guía que ayuda a la comprensióm de las cosas de la vida!!!

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  3. Reflexionar antes de juzgar...ponerse en el lugar del otro... un texto que ayuda a eso, a reflexionar...

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