A San Cayetano...un remanso para mi vida... por Marcelo Musarra


Frío y lluvia en San Cayetano, un lugar que me dio todo.... Desde familia hasta amistades , un hermoso y placentero trabajo y un rincón para poder desplegar mi creatividad, dicen que soy muy inquieto en cuanto a ello...tenaz, que la "musa inspiradora" no tiene hora.. Y sí, siempre lo fue. Debo admitir que no es mi primer invierno en esta hermosa ciudad. Al principio he tratado de acomodarme no solo al clima sino también a la magia del lugar, a su gente tan llena de cosas, tan solidaria, tan amable...un lugar "angelado"...un lugar que hasta duele desprenderse.

Llegan los fines de semana y camino, como todos los sábados y domingos, por lo que aquí llaman "el paseo de vías" y es ahí donde se halla mi refugio, aquella "musa inspiradora", un edificio con una fachada muy particular, Patrimonio de la Comunidad y al que nunca imaginé que llegaría y, menos aun, me tocaría "darle vida" que hable por si solo... A veces me preguntó, lo logré ??? ... Habrá cumplido con el mandato establecido??? Aunque parezca algo loco...a él se lo pregunto y hasta veces hablo con sus padres, con sus cuadros, con la vitrola, con la foto de la Banda de Colonna que me mira casi al ingresar. No, no estoy...ellos tienen vida y fueron testigos de muchos acontecimientos, visitas, reuniones, eventos, y creaciones colectivas.

Y me vuelve a surgir la duda .... Que le faltaría para que esa misma magia del lugar lo abrace y se sienta parte definitivamente ??

Muchas veces me fui caminando y, en ese caminar  el viento pega en mi cara, y el frío perfora mi existencia. Mis pasos me dirigen por calle Moreno y me encuentro en la Plaza España la miro con detenimiento y mi mente me lleva a aquello que me fue transmitido, por ese grupo maravilloso de gente que este año cumplió ocho reunidos todos los miércoles y a quienes le debo muchos conocimientos entre ellos cuando aún allí había una Laguna, también uno que otro perro callejero correteando por la misma y pequeños con sus hermanos y padres jugando con su pelota , o andando en bicicleta... Me he detenido a observarla cada vez que camino por ella ... Sus árboles, tan bien cuidada, si gente que la disfruta tanto... Nada más ni nada menos que producto del paso del tiempo.

Me voy acercando al Frente de Vías, en esta tarde gris y fria... Nadie por allí...y el solo, Pero rodeado de hermosas imágenes en hierro, y también atesorando la historia misma de sus pobladores, de su gente, de su pasado y un presente digno de disfrutar. Este lugar tan popular en ciertas ocasiones del año con hermosas fiestas, las de la Primavera, las del Aniversario de la Autonomía, el famoso Carnaval y que explota de gente. 

En una esquina un edificio cerrado con una estrella gigante en una de sus paredes, en dónde seguramente quedaron guardadas también muchas historias, Pero de amores y amistades, su música, encuentros con amigos.

Las gotas de lluvia se mezclan con mis lágrimas. Pensaba que en el sonido del silencio...mi primer expresión o frase en el patio de mi amiga Tina en mi primer verano aquí, ello aturdía, en cierta medida  mi tristeza, pero estaba confundido. 

Nada es como uno cree que puede llegar a ser. 

Entro a mi lugar de experiencia, a mi refugio, a ese Museo que aprendí a armarlo tanto, tanto que a veces es mi desvelo por las noches pensando "que más puedo hacer por vos" ... Pasan las tardes de esos fines de semana, en dónde he tenido la alegría de recibir gente y estar acompañado, de mostrar y explicar, de transmitir lo que a mí me transmitieron ese grupo de Adultos Mayores en el Taller de Narración...otro sostén importante en esta reflexión Vuelvo a casa. 

A veces me esperan visitas porque saben que yo llego a esa hora con ricos mates, y alguna que otra torta casera para compartir. Otras, mi Dulcinea sola, tejiendo, pintando, también creando, Pero con el mate listo para charlar…

 La tele prendida... Se siente el olor a hogar. La apago.  Quiero escuchar música, y conversar con ella, la que es incondicional.... la que siempre supo estar a mi lado, Pero siento que algo suena, pero me doy cuenta que no puedo concentrarme en nada. En todo lo que intento hacer está presente la nostalgia, la lejanía, el extrañar...quizás la muerte de papá fue y es un quiebre en esta etapa de mi vida, porque el  que se dedicaba a hacer trámites jubilatorios ...cuando llegó ese me momento tan esperado por mi después de 36 años de profesión, esa muerte lo arrebató incomprensiblemente. 

Hace frío, sigo escuchando música , acompañando a mi Dulcinea, en un domingo en dónde el silencio de la calle pareciera hablar. De pronto decido, ir a buscar algo que necesitaba en una valija que tenemos guardada...y era un álbum de fotos ... Nuestros primeros encuentros, nuestras primeras viajes, nuestras primeras salidas en sociedad...sin perjuicios porque nos dimos está nueva oportunidad de redescubrir el amor desde el adulto.

La agarro con mi mano derecha y me doy cuenta que ya en este tiempo hemos tratado un hermoso camino... dejando atrás tristezas, superando en este momento juntos muchos obstáculos que no son para nada fáciles. Pero siempre juntos... somos columnas bien arraigadas...que sostienen todo lo que parece que no lo puede ser ....al abrir esa valija , encontré otros objetos, otras prendas, y me di cuenta en ese abrir, que tengo que cerrar un círculo, que no estoy pudiendo. Abrí la valija y en esa apertura, mi alma, mi corazón, mi esencia y todo mi ser, se cubrieron de tristeza. Abrir la valija, abrir la realidad, una cachetada más de verdad, que me subraya y me recuerda muchas cosas...de "aquí" y de "allá"... Postura muy difícil .  Abrí la valija y abrí un portal de angustia que me acompaña desde hace días. En unos días llegará septiembre, mes en qué me jubile y empecé un nuevo recorrido, pero esa valija quedará cerrada vaya uno a saber hasta cuando. Y todo lo que encontré en ella  quedará ahí, esperando salir en algún momento. Quizás muy pronto ..

Una valija representa un viaje. Esta valija representa tiempos vividos. Un no viaje, mi viaje de ausencia y corazón vacio. Pensaba que con el transcurrir de los días…desde aquel día del mes de Noviembre en dónde si hubo un viaje y luego se repitieron casi mes a mes ... Asumiendo que no debía "flaquear"... Y ahí me di cuenta que el cuerpo podía acumular tantas lágrimas. Por mis ojos fluye un mar de cosas, de momentos, de situaciones, de soledades, es como una marea desconsolada que me acurruca en un vaivén de tomar decisiones.

Pero...nunca, jamás este amor del cual hablé al principio y a lo largo de esta reflexión se extinguirá. Porque estamos entrelazados como cadenas..

 Solo que a veces, esas cadenas están agotadas por un entorno que no habíamos pensado.

Fui y soy feliz...con todo lo que describí. Simplemente gracias a este remanso ...que es el pueblo, que es mi actividad, que es mi hogar ...un remanso al que nunca olvidaré...

                                            Marcelo Musarra

                                               

Marcelo está casado con Carmen, vino de Sierras Bayas, Partido de Olavarría, a residir a nuestro pueblo, es  Profesor Nacional de Historia y se desempeña como Coordinador del Museo Histórico Regional Faustino Queipo y docente de Asistencia Técnica en el Taller de Narración Oral, Documentación y Archivo Histórico. Ha compartido otros tres textos en este Blog: "Silencio en el Pueblo", que puedes leer desde acá y "Siempre se vuelve....a la tierra de uno" que puedes ver aquí, , "Evocar... con  el corazón....y la razón...." que puedes encontrar acá, y "Una reflexión luego de un día cualquiera" que puedes ver desde aquí


 

Comentarios

  1. Gracias Marcelo por compartirnos tu autobiografía mínima, llena de amor por nuestro Pueblo que has hecho tuyo, y llena también de todo lo que es significativo en tu vida: tu familia, tu esposa, tu trabajo y tus aspiraciones en este bendito lugar...tu remanso...

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