Realidad y Referencias, por Silvia Travaglia

Todos tenemos la percepción inmediata de que la realidad es lo que nos rodea que está ahi sin más. 
Lo cierto es que la realidad es una construcción. Qué significa ésto? 
Desde que nos despertamos (suponiendo que durante el sueño algo se suspende) nos ponemos la realidad encima, como una campera. 
Algunas cosas no dependen en forma absoluta de nuestra construcción. por ejemplo el clima, sucede y hay que adaptarse. 
Pero muchísimas son las referencias espaciotemporales que vamos construyendo durante toda nuestra vida, junto al funcionamiento reiterado de los servicios esenciales y demás. 
"Me despierto con o sin despertador, me lavo los dientes... o directo me hago un mate. Me ducho para ir a trabajar porque entro a tal hora... o remoloneo porque es fin de semana, o no tengo laburo y me preocupo, o salgo a caminar, correr." 
Y desde ahi en más cada minuto del día seguramente está atado a una referencia. 
"Uy cierto que a las 9 me abre la verdulería, voy temprano porque después no hago tiempo de cocinar. Qué suerte salí un rato antes de trabajar asi compro para milanesas y las dejo en el freezer. Aprovecho que mi vieja no me ve que no estoy estudiando y mando fotis por Instagram al grupo del colegio, que hoy, cuando tengamos hora libre, podremos reirnos un poco. 
El domingo tenemos el cumpleaños de Fulanita, que le puedo regalar? voy a que me asesore la chica que trabaja en la perfumería. 
Che, sacaste el turno para la mamografía en el hospital? es por whatsapp ahora, qué bueno." 
Y así, como una sutil madeja o telaraña vamos armando una estructura cotidiana que nos sostiene adosada al contexto social que acompaña. No necesariamente implica ser una persona ordenada, se puede ser despelotado y eso también es un sostén. 
Este sostén opera a nivel psíquico para aliviarnos la dura tarea de vivir, es como que descansamos en esas estructuras, lo que hace que nos las olvidemos y muchísimo del tiempo que vivimos ni nos damos cuenta, vamos en piloto automático. Así debe ser. Es lo normal. 
Algo que es observable, es que la realidad va a una velocidad superior a nuestra capacidad de asimilarla. Siempre tengo el mismo ejemplo: Voy al dentista, tengo turno a las 3, en el camino choco y me disloco el hombro, obviamente me llevan para curarme pero quiero que se apuren así puedo llegar a tiempo a ese turno. Es muy posible que les haya pasado a muchos algo así. Ahí hubo un quiebre espaciotemporal, mi cabeza se quedó con el plan que tenía pero la realidad ya tomó otro rumbo. Puede que lo vivamos cuando recibimos una noticia sorpresiva,buena o mala, cuando perdemos a alguien, que no nos hacemos a la idea y la persona ya no está. 
Pero, mundialmente y en forma abrupta y que comprometa nuestra vida y la de nuestros seres queridos como en estos momentos, no sucede. Sólo se me ocurre una guerra (a nivel 1a o 2da Guerra Mundial, Guerra Civil Española) 
Se nos han terminado casi todas las referencias cotidianas, y lo harán más a la brevedad, nuestro mundo ya cambió totalmente. Ni hábitos, ni horarios, ni nada de lo que solía ser. 
La respuesta primera es la angustia (o sus formas solapadas: enojo, negación,etc)y de ahi en más, y como se pueda, dia a dia, construir precarias referencias que sólo nos sostienen de a ratitos. A la mañana me lloro todo porque no entiendo que pasa y a la tarde me recupero y me acuesto con la esperanza de que mañana va a ser distinto. O a la inversa, porque tampoco es como en vacaciones que me adapto a otra cama u otro baño y otro paisaje o clima. 
Es normal ir fluctuando durante el día entre ambos polos: angustia y negación. Un poco de angustia está bien, nos alerta para cuidarnos y un poco de negación también sirve para no sucumbir ante la incertidumbre total. 
Nos están pasando las cosas que más desatan angustia en el humano: posibilidad de muerte propia o de seres queridos, indefensión frente a un peligro desconocido o poco conocido e incapacidad de defendernos refugiándonos en otro con un abrazo, usando como defensa encuentros restringidos y a distancia.No poder huir a otro lado. 
No podría haber una combinación más intensa para nuestra mente y nos tocó. 
Me gustaría tener algunas soluciones, pero no es así. Agradezco a las redes sociales, tan vapuleadas por los más grandes porque son un refugio momentáneo. 
Quizas podamos ponernos pequeñas metas cotidianas y sostenerlas durante el período actual. 


Quizás nos aparece alguna vocación creativa y estimulante que hoy no conocemos de nosotros mismos, pero no olvidemos que nos vamos a aburrir, nos vamos a sentir eufóricos, nos vamos a caer, y nos vamos a levantar una y otra vez. Es así. 
Mis mejores deseos para todos (y para mi). 


                                                            Silvia Travaglia

Silvia es psicóloga, ha escrito en este Blog  muchos textos, todos  bellos, movilizadores y diversos, los tres anteriores a éste son   , " Vida Guille" que lo puedes ver aquí,  "Amiga inesperada y querida" que puedes ver acá, y "Sin sentido Contradicción Desconcierto Absurdo", que pueder ver desde acá



Comentarios

  1. Silvia, en este momento en que todos estamos inmersos en resguardar la salud y la vida, nuestra y la de otros, en estos momentos en que debemos cambiar hábitos porque la realidad cambió, tu escrito es una guía maravillosa para comprender y caminar este tiempo de la mejor manera posible... gracias!!!

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  2. Gracias por tu comentario y especialmente gracias por apreciarlo, aunque sea vos.

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