Es momento de unidad, por Magalí Di Croce

Estamos en aislamiento pero no estamos solos 

Estamos en aislamiento y, sin embargo, debemos estar más unidos que nunca… 

Estamos en aislamiento de los cuerpos, no del corazón… 

Estamos en aislamiento social, preventivo y obligatorio, pero podemos a su vez, estar muy cerca unos de otros… 

Este es el momento propicio para que florezca la empatía – y de hecho está sucediendo- la generosidad, las voces amables, la calidez de la palabra que abraza a la distancia, la capacidad de compartir desde el saludo o un barbijo, hasta una receta o un plato de comida, desde una charla con el que está solo, hasta una sonrisa con el que está triste, o la capacidad de escucha… 

Es el momento de “ver” al otro, de apoyarnos, ayudarnos, de evitar críticas estériles, ser positivos, conciliadores, aún con los que piensen de otra forma. 

Este es el momento de elevar juntos una oración aun cuando nuestra fe sea diferente 

Es el momento de ver lo bueno en todos, porque todos, todos, tenemos algo bueno, mucho bueno. Y aprovechar eso bueno de todos, para todos 

Eso no quiere decir que nos engañemos, no quiere decir que todo esté bien, eso no quiere decir que  debemos dejar de  reclamar lo que es justo, peticionar,  observar, controlar, tener en cuenta, y recordar, pero este momento, no es el momento de mezquindades, ni de enfrentamientos. Es momento de unidad. 

Menos que nunca, este es el momento de pretender sacar ventaja de cualquier índole, menos que nunca. 

Miro la tierra y observo una humanidad como si fueran hormiguitas que caminan desorientadas…pareciera que han atacado su hormiguero, y tratan con todas sus fuerzas de subsistir y combatir el mal. Pero el infortunio las desorienta, no las deja trabajar ni asegurar el sustento… 

Miro mi Patria, y es parte de esa humanidad que padece, hoy más que nada incertidumbre. 

Mi Patria, herida y agrietada, desde lo institucional, lo social, lo político y lo económico… pensar en hace unos meses me parece un siglo… los problemas cotidianos, la pobreza, la grieta…Muchos de los que hemos pretendido estar fuera de la grieta, quizá hasta hemos llegado a imaginar que sólo un ataque extraterrestre –impensable- nos podría unir en tanta desunión y discrepancia… y esta pandemia está resultando algo así. 

Dios quiera que de esta difícil situación global, pueda salir la humanidad en un tiempo no muy largo, y también nosotros, los argentinos, podamos salir, y salir victoriosos no solo en lo referente a la salud y la economía, sino también en nuestro “ser argentinos”, aún con dolor, y esfuerzo, pero con esperanza y ganas, podamos madurar esta unidad que tanta falta nos hace, y desterrar las mezquindades… 

Está anocheciendo mientras pienso en eso…en que puede ser posible… miro la Bandera, y al mirarla, me emociona, me cobija, y me vienen a la mente las palabras de Francisco Luis Bernárdez, en su Oda a la Bandera: “…Si alguna vez nos dividimos, quiera el Señor que levantemos la mirada, y contemplemos en el cielo celeste y blanco, la Bandera de la Patria. En su virtud encontraremos aquella fuerza que alguna vez nos hizo falta. Y volveremos a estar juntos, como los hijos bajo el techo de la casa…” .

                                                               Magalí Di Croce

He compartido varios textos  en este Blog, los dos  últimos anteriores al presente son: "El Bien Común, el Bien Individual y la Crisis" que puedes leer desde acá y,  "Mi amigo Pocho" que puedes ver  aquí.