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Mostrando entradas de agosto, 2024

UN DISPARO MALDITO En memoria de Yael Rivas, por Rosana I. González

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Venimos de pérdidas que cuestan aceptar en un pueblo donde nos conocemos todos. Las emociones están a flor de piel y con las herramientas que tenemos buscamos asumirlas. En mi caso, como en el de muchos, la fe y la convicción en una vida plena después de la muerte me incentiva a orar por las almas de esos seres inolvidables que han partido, dejándonos la certeza de caminos recorridos con entrega. Seres que supieron poner en juego sus dones para bien de muchos: alegría en el corazón, talento creativo, amor esparcido a manos llenas… Pero tu caso es diferente, Yael: arrebataron tu vida en la plenitud de tu existencia. Un sacudón sísmico nos dejó perplejos. Un disparo tan maldito como certero hoy te aleja de nosotros. Fue una experiencia singular conocerte. Reparabas con atención concentrada algo que requería de tus conocimientos en casa de unos amigos. Ellos no estaban cuando llegué. Al encontrarte, me sorprendí. Nos saludamos y pregunté por los dueños de casa. Simplemente no estaban. Has

Mi amiga Ro....por Magalí Di Croce

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Nuestra amistad con Ro tiene muchos años. Ella, Ro, la dulce Ro, -en realidad- tenía un millón de amigos, como la canción, ella tenía un millón de amigos, ella estaba atenta a quien la pudiera necesitar, no estaba pendiente de sus dolencias sino estaba siempre atenta a dar, a ayudar, a decir una palabra dulce, una palabra de aliento, a dar de su tiempo, de su amor, de su amabilidad y de sus bienes. Su hogar no tenía muros. Ella tendía puentes. Tenía un corazón de oro. Era una amiga fiel Cuando partió su gran amiga Marcela, ella en su dolor inmenso, solo pensaba en que más que nunca debía ser una madrina presente para su amado ahijado. Muchas veces me dijo que le pedía a Dios ser una madrina presente… y lo era… Con Mauricio formaron una familia sólida: todos para todos Era una madraza increíble, de aspecto frágil, tenía sin embargo una fuerza infinita para apoyar, acompañar y proteger a sus hijos. Era una abuela lujo, amaba sus nietos, estaba atenta, pendiente. Hace cuatro días me m

A San Cayetano...un remanso para mi vida... por Marcelo Musarra

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Frío y lluvia en San Cayetano, un lugar que me dio todo.... Desde familia hasta amistades , un hermoso y placentero trabajo y un rincón para poder desplegar mi creatividad, dicen que soy muy inquieto en cuanto a ello...tenaz, que la "musa inspiradora" no tiene hora.. Y sí, siempre lo fue. Debo admitir que no es mi primer invierno en esta hermosa ciudad. Al principio he tratado de acomodarme no solo al clima sino también a la magia del lugar, a su gente tan llena de cosas, tan solidaria, tan amable...un lugar "angelado"...un lugar que hasta duele desprenderse. Llegan los fines de semana y camino, como todos los sábados y domingos, por lo que aquí llaman "el paseo de vías" y es ahí donde se halla mi refugio, aquella "musa inspiradora", un edificio con una fachada muy particular, Patrimonio de la Comunidad y al que nunca imaginé que llegaría y, menos aun, me tocaría "darle vida" que hable por si solo... A veces me preguntó, lo logré ??? ..

Reflexiones, por Pedro Alberto Devincenti

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De los abismos más tenebrosos se puede resurgir, un tanto devastado, quizás, pero en otros aspectos enriquecido con una especie de calcinada espiritualidad y lucidez  (sin perder el sentido del humor) para poder penetrar en la esencia interior de las personas y que lo hace a uno ser más comprensivo y tolerante frente a las complejidades del alma humana y no tener vanas jactancias, ni vanidades huecas y vacías, esa pompa un tanto ridícula que engendran la soberbia y la arrogancia. Es a veces el maravillarse al pensar que uno es nada más y nada menos que un ser humano, en esta época en que tan poco valor a lo más valioso y sublime que poseemos: la vida, que cada uno es un ejemplar único e irrepetible, una sinfonía rota y plena que solo se escuchará una vez, quizás   plena de matices. Tal vez vuelva, tal vez se pierda en algún recodo. Aún así seguirá siendo en el recuerdo de los que lo amaron   y en la contradicción eterna entre el deseo, el ensueño y   la vida real. Y saber que las l