INSTROSPECCIÓN, por Pedro Alberto Devincenti
Es algo realmente terrible y torturante el experimentar
deseos y sensaciones que sobrepasan nuestra capacidad, o que al menos son
desarmónicas y caóticas…
Es como debatirse en la viscosa angustia, en la ansiedad
melancólica y abismal de entrever difusas quimeras (otro mundo subyacente y fantasmal,
hermoso y terrible, desgarrador y sublime) propias del artista de raza, mas sin
tener la excelsa ovación y creatividad de éste, para plasmar todo ese
abigarrado cúmulo de ensueños y matices en algo definitivo y coherente.
Es saber que se tiene algo que decir y expresar, mas no
saber que es, ni como hacerlo.
No logrando desembarazarse de esa cruz obsesiva y estar
condenado a recorrer eternamente el camino con desolada y pertinaz
desesperación, buscando hallar las claves para descifrar el oscuro fin oculto
en lo más recóndito del espíritu.
Pedro Alberto
Devincenti
Querido Pedro nos has compartido la intimidad de tu espíritu creativo, es una parte muy profunda de tu relato autobiográfico...creo que todo amante del arte en general y de la escritura en particular pasa por esas etepas - que describes con tanta claridad- en que el "genio" duerme o está como inerte...luego despierta y CREA....y deleita a los otros con su obra! Gracias por compartirlo!
ResponderEliminarMe parece muy interesante, aunque no sea fácil de soportar, que haya algo que insiste en ser dicho y no logra su forma definitiva.
ResponderEliminarQuizás haya que aceptarlo como un modo de brindar a los demás esas parcialidades tan bellas con las que logras comunicarte. Si encontraran la forma definitiva, tal vez todo sería más aburrido y ya no habría qué decir.
Me gustó mucho.