La Misión de Fredy, por Magalí Di Croce


De su visita en 1996
Yo estaba recién recibida de abogada, había terminado  en diciembre de 1980, y había trabajado un año en un Estudio de La Plata, para aprender la práctica. A comienzos de 1982, me volví al pueblo, mi lugar amado. Siempre quise volver, no logré arraigarme a La Plata, pese a tener tanta gente querida. Volví con muchas ganas y alegría al pueblo.
La cuestión es que una vez acá, en San Cayetano, tenía muy poco trabajo -y mis amigos, unos, aún estaban estudiando, y los que estaban en el pueblo tenían ya su familia, hijos chiquitos, sus trabajos y sus tiempos ocupados. Disfrutaba de ser la tía soltera y joven de mis sobrinas, y ellas disfrutaban de mi compañía, pero me sobraba el tiempo…. Me puse a estudiar magisterio con Susana, recién se abría el ISFD, y aún así, tenía tiempo de sobra…
Alguien -realmente no recuerdo quien- me invitó a la Parroquia porque venía una Misión de unos Padres Redentoristas, el Padre Vicente y el Padre Fredy.
Y fui, creo que de aburrida nomas, fui….
Esa Misión realmente transformó mi vida y transformó la comunidad.
Cada vez que recordamos, los que tuvimos la Gracia de vivirla, nos llenamos de alegría…de una alegría diferente, la que da paz al alma.
Como el Padre Fredy misionaba principalmente a los jóvenes, tuve mucho más trato con él, que con el Padre Vicente, aunque también fue maravillosa la obra pastoral del Padre Vicente.
La Misión de Fredy fue particular y diferente.
Cuando he hecho retiros o convivencias o he asistido a charlas religiosas, siempre recuerdo e incluso registro, para la catequesis, las valiosas enseñanzas que en esos encuentros nos brindan, y aprendo siempre cosas nuevas que ayudan a mi formación.
De la Misión de Fredy no logro recordar NADA catequético.
NADA que pueda usarlo para enseñar en una clase de catecismo.
¿Cómo puede ser que no logre, como en otros tantos casos, dar -por ejemplo-, una charla de lo que el Padre Fredy nos enseñó y brindó?
Es así.
Con el tiempo lo comprendí.
Lo entendí cuando me hablaron de lo que significa el “Anuncio Kerigmático”. A diferencia de la catequesis, que enseña las verdades de la fe, y lo recibimos por la razón, el anuncio kerigmático va directo al corazón, manifestando la fe, la experiencia y vivencia de la fe, haciéndonos comprender en lo más profundo de nuestro ser,  que Dios nos ama, nos busca, nos salva, nos da la Vida Verdadera.
Así fue el anuncio del Padre Fredy, así fue su Misión. No logro recordar enseñanzas intelectualmente, pero sí se que me movilizó, me convirtió, me transformó el corazón.
Recuerdo que me movilizó su fe profunda, su disposición al Señor, su entrega, tenía pocos años más que yo, y me contó que antes de entrar a la vida religiosa, había empezado a estudiar abogacía, pero no pudo seguir: la dureza de algunas concepciones, especialmente del Derecho Romano le hicieron ver que no estaba ahí su vocación. Para mi fue movilizador, ver la profundidad de su persona y ver a un joven entregado sin titubeos a la obra de Dios, y verlo tan feliz…
Recuerdo cómo disfrutamos los encuentros en la Capilla San Roque y en Ochandio...
Cuando escucho la canción de Misa “…el Señor envió a sus discípulos, los mandó de dos en dos..” me revive la maravillosa experiencia…
A partir de su anuncio, quedaron frutos pastorales tangibles en la comunidad: muchos seguimos aprendiendo, sirviendo en la Parroquia junto al Padre Jacobo, quien con un estilo absolutamente diferente al de los Padres Misioneros, había tenido la apertura de recibirlos y dejarlos pastorear libremente.
Después de que los Misioneros se fueron, formamos el primer grupo de jóvenes, que antes no existía, el Padre Jacobo me pidió que yo lo dirigiera y fue una maravillosa experiencia, hasta que me casé y volvimos por unos años a La Plata.
Esta Misión fue la primera del Padre Fredy, siempre decía que fue su “luna de miel” de consagrado, y a él también lo enriqueció, y la disfrutó muchísimo.
Unos años después estuvo en Roma por un año formándose, siempre nos escribíamos y nos contaba sus experiencias, antes de irse pasó por La Plata a despedirse.

Es la tarjeta que me envió de Roma cuando supo que esperábamos a Florencia, nuestra primer hija.

Hace unos 24 años  estuvo por Tres Arroyos e Inés Galindo de Vassolo, tuvo la amabilidad de traerlo unas horas de visita, (calculo la fecha por ver la foto en la que María Magali tendría un año), nos juntamos en casa a las corridas los que nos enteramos, fue tan bello ese reencuentro, le encantó la torta de chocolate y nuez, que se la mandé cada 30 de abril –en su cumpleaños-, durante varios años a Salta, donde residía.
No es afecto a mucha comunicación de sus movimientos, así que por ahí alguno de nosotros se enteraba por donde andaba y nos pasábamos la noticia… en 2009 fuimos a Bariloche en familia y pasamos a verlo por Neuquén donde residía, conoció a nuestras hijas, conocí su Parroquia y viví un Bautismo que celebró esa tarde…maravilloso…cenamos juntos y charlamos mucho.
En Neuquén en 2009

Lo vimos como siempre, lleno de vida, de Anuncio de la Buena Noticia con su sola presencia, pleno de alegría, de paz….
Hace unos años la Guías Argentinas de San Cayetano tuvieron un encuentro en Mendoza y ahí lo vieron, igual…como siempre, mandando su cariño y bendición para todos…
Ahora no sé por dónde andará, es escurridizo, pero la vida, y  -sobre todo- la Gracia de Dios cada tanto nos junta un ratito, y aunque no nos veamos, tenemos lo más bello que nos dejó: su anuncio con su alegría y bondad nata…con su capacidad de transformar los ambientes y las personas con la Palabra, y sobre todo con su testimonio de vida.
                                     
                                                     Magalí Di Croce


Además de administrar el presente Blog Intramuros de San Cayetano, he compartido varios textos míos,  los once  últimos anteriores al presente son:  "La dignidad humana" que puedes leer acáPentecostés en mi vida, que puedes ver  desde este enlace,   "La alegría de ser parte de un legado universal" que puedes encontrarlo acá , "El desafío de la libertad" que puedes ver acá .. y "La casa de Mirta, sin MIrta" al que puedes acceder desde aquí y "La excelencia en la simpleza, hacer reir... hacer pensar..." que puedes leer desde acá , "La Fiesta de Nelva" que puedes ver acá , "Dolor en el pueblo" que puedes encontrar aquí , "La casa de calle 50 Nº1132 (17 y 18) que puedes leer desde acá, y  "La Argentina y el adiós a Maradona" que puedes ver desde acá y "El Padre Pablo", que puedes ver desde Aquí

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Comentarios

  1. Me hiciste llorar Maga. En el 82 yo estaba en mi último año de secundario.
    Como decía, fue muy intensa su presencia. Fue un mes de encuentros diarios: yo iba casi todas las mañanas a visitarlo y todas las tardes después del cole.
    Recuerdo una maravillosa cena en lo de Paola Pita, muchos jóvenes y él con su guitarra siempre animando esos encuentros (con él conocí una canción muy divertida y crítica del consumismo, de Jorge Schusshaim, Coca cola). Para nosotros, estar con un cura que hablaba nuestro lenguaje fue impresionante.
    Fue una experiencia maravillosa compartir ese mes con él, que cerramos con un espectáculo (teatro y canciones) en el Teatro. Recuerdo que al finalizar todos queríamos seguir y él muy sabiamente nos dijo que de lo bueno siempre había que quedarse con ganas.
    Como vos, durante varios años me escribí con él, incluso estando en Roma.
    Y nos volvimos a encontrar ese maravilloso día en tu casa. Ese día nos contó que estaba en una iglesia en Rosario, creo; en un barrio con muchas problemáticas. Contó que su modo de llegar a la gente era salir a la puerta con su guitarra.
    Escribo esto y vuelvo a emocionarme.
    Un ser humano maravilloso que seguirá marcando vidas donde vaya.
    GRACIAS POR TRAERLO AL PRESENTE

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    1. Gracias Ana Julia tu bello y emotivo texto comolementa mi relato, gracias por compartir tus vivencias de ese tiempo feliz, y el cariño que le tenemos al Padre Freddy...

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  2. Que hermoso testimonio. Yo me lo perdí, en esa.fecha ya no estaba en San Cayetano, pero siempre hay alguien que recuerda esa misión y lo nombra a Freddy

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    1. Siii Merche, yo "calce" justo, porque fue el año que volví al pueblo...una bendición...

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